8 de julio de /2016

«Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo”, es la frase que se ha grabado en la memoria de miles de personas que tuvieron la ocasión de ver la inspiradora película que habla de la búsqueda de la felicidad. Incluso, el pensamiento encerrado en estas palabras es frecuentemente repetido a los niños para enseñarles que pueden lograr lo que se propongan. Pero en la realidad, en ocasiones encontramos que hay maneras silenciosas de decir lo contrario a lo que predicamos.

En un ejemplo que nos interesa particularmente, las playas, al ser los lugares de destino preferido en verano, podemos ver con frecuencia los letreros dando la bienvenida a los visitantes; sin embargo, a veces la disposición física del lugar equivale a un grito de “No puedes estar aquí”, dirigido a aquellas personas que tienen limitaciones en su movilidad, como es frecuente en personas mayores, y en aquellos que tienen alguna discapacidad.

La molestia que esto genera no sólo la vive la persona rechazada por la inapropiada adecuación del entorno, sino también por sus familiares y amigos que suelen acompañarles a la playa. Y desde un punto de vista económico, podemos afirmar que la falta de accesibilidad representa a la larga una pérdida para los negocios de la zona, a los que dejan de asistir grupos enteros en los que uno o más miembros tienen disminuida su movilidad.

Así entendemos que son varios los motivos por los que, cada vez más, los ayuntamientos y las iniciativas privadas se preocupan por ofrecer playas acogedoras y accesibles, lo que implica beneficios para todos y en varios niveles.

Al final, no sólo se trata de disfrutar juntos de un día de playa, sino que más allá del paseo, se trata de los derechos de los ciudadanos de disfrutar del entorno y oportunidades de ocio que nos brindan, en este caso, el litoral español. Tener playas plenamente accesibles y funcionales, donde las personas pueden interactuar sin obstáculos (subir, bajar, aseos adecuados, personal de asistencia, vehículos anfibios,…) nos indica que tenemos mejores oportunidades en el seno de nuestra sociedad, porque no dejamos que nada ni nadie nos diga que no podemos hacer algo. Y así avanzamos en la búsqueda de la felicidad.

Simon Feismann
Director General thyssenkrupp Encasa España