Ahorro jubilación: una gran oportunidad para el sector bancario
Artículo de Opinión
José Luis Cortina, Presidente de NEOVANTAS
Existen cambios notables en el ámbito del ahorro para la jubilación por la convergencia de distintos escenarios acentuados por la crisis, de la que se vislumbra su fin, pero que ha desvelado algo que antes no se veía tan claramente: la preocupación y al mismo tiempo la desinformación respecto a la futura jubilación. Los últimos estudios son los que señalan que casi 58 de cada 100 españoles están notablemente preocupados, pero al mismo tiempo 52 de cada 100 carece de la suficiente información para planificar su ahorro para la vejez.
Como se dice, el río está revuelto. Lo cual puede ser enfocado como un problema o como una oportunidad para anotarse varios aciertos. Pero, ¿quiénes tienen las opciones de jugar un papel en este escenario? Varios sectores, y de manera muy especial el sector bancario.
Empecemos por dar una pincelada del panorama general en el que se encuentra el actual sistema de pensiones. Uno de los factores clave es la incertidumbre y las dudas acerca de la sostenibilidad del sistema, considerando los fuertes cambios poblacionales que amenazan desequilibrar la balanza. Así, por un lado, el envejecimiento de la población que cada año representa mayores gastos para el Estado y, por otro, la reducción de la población activa, es decir, cada vez más pensionistas a la par que menor aportación, existiendo, actualmente, dos trabajadores por cada persona jubilada. Y este es en realidad un gran problema para todos, al vernos en la posibilidad de no tener garantizadas nuestras pensiones cuando llegue el momento de cobrarlas.
Todo ello hace que sea necesario pensar en fuentes adicionales de recursos, y siguiendo el modelo de otros países europeos miembros de la OCDE, la opción es acudir al ahorro privado, del cual sabemos que a estas alturas ya ha superado recientemente en España el umbral de los 100.000 millones de euros en planes de pensiones privados con crecimientos muy sustanciales en este último año (aportaciones netas a planes de pensiones se multiplicaron en 2014 por 5 respecto al 2013), que están continuando en este 2015 (crecimiento del 11,5% en el primer trimestre). Un crecimiento sumamente interesante nacido justamente de la crisis, que ha favorecido las actitudes de un sector poblacional y que podemos interpretar como luces de neón señalando un mercado financiero que augura continuar su alza sostenida, de cara también a aproximarse a la media de la OCDE del 40% de cobertura de la jubilación a través del ahorro privado respecto a la pensión a recibir.
Aquí es donde se abre un prometedor espacio de oportunidades y también de retos que llaman al concurso de las instituciones financieras privadas y las propuestas que sean capaces de hacer de cara a las inquietudes y necesidades de la población.
En principio, como la ganancia de los pescadores en aguas turbulentas, el interés y el deseo de contar con mayor información por parte de los ciudadanos le brinda a la banca la ocasión de capturar cuota de mercado de forma rápida, empezando por una estrategia educativa e informativa que muestre el panorama de riesgos que afronta el sistema de pensiones y por supuesto, ofertando los productos financieros pensados para dar solución a la demanda de una mejor jubilación y, como beneficio colateral, devolver el control y confianza en la futura situación económica.
Una segunda oportunidad para este sector consiste en forjarse una posición importante entre la competencia que irá acrecentándose entre las distintas entidades, buscando cada una liderar el negocio de la jubilación. A este fin, cada institución aspira a convertirse en market makers o “hacedores de mercado”, proponiendo productos de medio y largo plazo amparados además bajo el paraguas del renovado marco regulatorio de los planes de pensiones, que hoy por hoy gozan de una fiscalidad muy favorable gracias a la reducida presión fiscal en el momento de las aportaciones, total libertad de traspasos y flexibilidad en la cuantía y plazos.
Pero el atractivo más preciado del nuevo marco regulatorio consiste en la mayor liquidez, traducida en la posibilidad de rescate a partir de los 10 años de la primera aportación, pudiendo ejecutarse el primero el uno de enero del 2025, esto considerando los aportes realizados a partir de enero de 2015. Así, se anulan las anteriores disposiciones según las cuales los ahorros sólo se podían disponer en el momento de la jubilación.
Con las ventajas fiscales, el marco jurídico favorable y el fomento a la cultura del ahorro en España, mejorando la educación financiera de la población, no sólo se darán mejores oportunidades para asegurar una jubilación con calidad de vida, sino que además se dará sostenibilidad al Estado y a las siguientes generaciones de jubilados. Aquí, las estrategias de crecimiento orgánico, ganando cuota de mercado, y de market making de los bancos serán decisivas para ser líderes en este negocio y convertirse en la primera opción de los españoles a la hora de decidir con quién aseguran su calidad de vida tras su jubilación.
Fuentes: Inverco, INE, OCDE. ING, BBVA, Caixa, AVIVA y Ministerio de empleo y Seguridad Social
- Inverco: «Las instituciones de inversión colectiva y los fondos de pensiones informe 2013 y perspectivas 2014»
- INE: Padrón Municipal de Habitantes y Encuesta de Población Activa (EPA)
- ING: «Tendencias clave de los españoles ante la jubilación»
- BBVA: «Las pensiones y los hábitos de ahorro en España», 2014
- Caixa: Estudios y Análisis Económico “sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones”, Enero 2015
- AVIVA: «Hacia un nuevo sistema de planes de pensiones», «Un déficit significativo. Cálculo del desajuste en las pensiones en España – Septiembre de 2010»
- Ministerio de Empleo y Seguridad Social: Anuario de Estadísticas Laborales
- OCDE: «Pension markets in focus 2014»