Comunicado de Prensa
27 de enero de 2009

A pesar del endurecimiento de las sanciones por infracciones de tráfico y la entrada en vigor del carné por puntos en nuestro país, las multas por exceso de velocidad siguen incrementándose de forma exponencial, cuando debería ser todo lo contrario. Una muestra representativa de esta situación lo reflejan los más de 25.000 recursos de multas que ha tramitado SADYR durante el año 2008, de los que prácticamente la mitad son por este motivo.

En este contexto Vicente Romero, director general de SADYR, asegura que: “El aumento en el importe de las multas, la perdida de puntos y la posibilidad de no poder conducir por la retirada del carnet, debería provocar una disminución de las infracciones por exceso de velocidad. Contrariamente a esto, el pasado año hemos recurrido un 32% más con respecto al 2007”.

En este sentido, puede surgir la siguiente cuestión: ¿se colocan los radares en sitios donde el exceso de velocidad puede dar lugar a situaciones peligrosas y provocar accidentes, o más bien para obtener un mayor número de infractores? Para responder a esta pregunta Vicente Romero indica: “En la mayoría de los casos, y los conductores son testigos de ello, la presencia de radares de control de velocidad están en las autovías y autopistas, en tramos rectos y en muchos casos en pendiente, donde el peligro de accidente es casi nulo. Paradójicamente, en carreteras nacionales y comarcales, donde el aumento de velocidad entraña un grave peligro de accidente, la cantidad de estos aparatos es menor, lo que puede favorecer la creencia popular que lo que se pretende es recaudar por medio de multas de tráfico ”.

En lo que se refiere a otro tipo de sanciones, de las que se ha tramitado sus correspondientes recursos, casi el 40% son infracciones por aparcamiento, por lo que sumado al 50% por exceso de velocidad, prácticamente la totalidad de las reclamaciones de las multas de tráfico son motivadas por estas acciones, únicamente el 10% son causa de conducción peligrosa, no respetar la señalización de STOP, Ceda el Paso, y semáforos, utilizar teléfonos móviles, adelantamientos y giros prohibidos.

En cuanto al motivo por el que los conductores deciden recurrir, sólo el 5,5% considera del todo injusta e improcedente su multa y cree tener un motivo contundente para su anulación. Y tan sólo un 5% considera acertada su multa pero arriesga a recurrir a fin de evitarla. El resto, cerca del 90% recurren por su mayor o menor grado de indignación, es decir, que si bien reconocen la infracción, no la consideran merecedora de sanción o no de tan elevado importe, máxime cuando en el importe de las multas no se tiene en cuenta las circunstancias económicas de cada persona.

El director general de SADYR concluye: “En nuestra opinión y en base a la tipología de las reclamaciones y recursos que tramitamos, observamos que la idea generalizada que tienen los conductores del afán recaudatoria de las multas por parte de los ayuntamientos y jefaturas, se verá incrementada con algunas de las nuevas medidas que contempla el Proyecto de Ley de Trafico, como son: la notificación de multa por e-mail, eliminación del recurso de alzada, ampliación del plazo a cuatro años para cobrar multas, entre otras”. Y añade una cuestión: ¿por qué además de señalizar los puntos negros no se instala un radar de control de velocidad, que llevaría consigo un incremento en la seguridad vial de nuestras carreteras?

SADYR es una Compañía de Seguros y Reaseguros, que cuenta con más de 25 años de experiencia en Seguros de Defensa Jurídica. Especializada en el Ramo de Automóvil, presta cobertura al asegurado en procedimientos administrativos, judiciales o arbitrales, en todo el territorio nacional. Asimismo, dispone de una Red de Despachos de Abogados y Procuradores concertados en las principales ciudades de España, además de tramitadores de siniestros que le ofrecen la gestión y asesoramiento jurídico al asegurado.

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