Adiós a los síntomas del climaterio
Nota de prensa
25 de Marzo de 2010
Los fitoestrógenos consiguen paliar los trastornos de esta etapa de una forma más natural
Los cuarenta suponen un punto de inflexión en la vida de toda mujer semejante a lo que fue el momento de su primera menstruación. Las hormonas vuelven a “enloquecer” provocando una serie de molestias como sofocos, sudores nocturnos, alteraciones de sueño, cambios bruscos de estado de ánimo o incluso depresiones, todos estos síntomas muy semejantes a los que se produjeron en aquel momento. Sin embargo, hay dos trastornos que durante la pubertad no se sufrían: el riesgo de padecer Osteoporosis y la mayor probabilidad de que aparezcan procesos cancerígenos especialmente relacionados con el ámbito hormonal, los llamados cánceres hormonodependientes (útero, pecho u ovario).
La razón de la declinación de los estrógenos, que es la hormona que participa más activamente en los diferentes ciclos vitales de la mujer, está en que cada vez, a partir de los cuarenta años, se crean menos óvulos. En un primer momento, la correspondiente glándula cerebral que se encarga de la producción estrogénica, la hipófisis, intenta estimular su producción con la intervención de una serie de hormonas que, finalmente, apenas pueden solventar este descenso. Y son ellas las que, al segregarse por impulsos, producen los síntomas que rodean a ese periodo de la vida de toda mujer, denominado climaterio o más comúnmente menopausia. Todo ello es un proceso perfectamente natural.
Sin embargo, ¿por qué las mujeres asiáticas apenas experimentan este tipo de molestias, siendo tan poco frecuentes que en idiomas como el japonés ni siquiera existe una palabra para designarlas? La respuesta está en la Nutrición, mucho más rica en soja y cereales que la occidental. Así, las isoflavona contenidas en la soja, el tofu, el tempe, el natto o el miso, y los lignanos presentes en ciertos cereales como el lino, el trigo o el grano integral, son los llamados estrógenos vegetales que juegan un papel muy determinante.
Funcionamiento de las isoflavonas y los lignanos
Los fitoestrógenos, según numerosos estudios, funcionan como estrógenos, inhibidores de las enzimas cancerígenas, antioxidantes e inmunoestimulantes. En el primer caso, las isoflavonas y los lignanos tienen, como efecto principal, la compensación de la disminución del nivel estrogénico femenino durante la menopausia y la estimulación del metabolismo óseo, reduciendo el riesgo de Osteoporosis. Su acción es bastante más suave que la de los estrógenos humanos, sin embargo, un adecuado nivel sérico de fitoestrógenos en el organismo de manera sostenida, contribuyen a disminuir los molestos sofocos del climaterio, en los casos no excesivamente agudos, permitiendo unos resultados satisfactorios sin los inconvenientes de los efectos secundarios de otras terapias hormonales mucho más potentes.
Aunque parezca una contradicción, los fitoestrógenos también tienen un efecto antiestrogénico, es decir, en determinadas células, ocupan receptores a los que se suelen acoplar los estrógenos e influyen, de este modo, sobre el metabolismo hormonal. Según diversos estudios, uno de los inconvenientes de los estrógenos humanos es que podrían inducir a algún tipo de cáncer al estimular el crecimiento celular. Sin embargo, cuando los receptores están ocupados por fitoestrógenos, las células no reciben dicho estímulo.
En este sentido, son inhibidores de enzimas del cáncer al impedir la actividad de una enzima llamada tirosincinasa que estimula el crecimiento de las células cancerosas. Además, un tipo de fitoestrógeno, la genisteína (una especie de hormona vegetal), frena la formación de los nuevos vasos sanguíneos, necesarios para “alimentar” al tumor.
También el efecto antioxidante de las isoflavonas, que impiden daños en el plasma germinativo de las células, contribuye a reducir el riesgo de cáncer, al minimizar el peligro de degeneración celular causada por radicales libres.
Por último, su efecto imunoestimulante, dado por la daidzeína, otra isoflavona contenida en la soja, contribuye a intensificar la actividad de las células defensivas, estimulando los macrófagos y los linfocitos.
Cómo conseguir un mayor aporte de fitoestrógenos
Ambos compuestos, las isoflavonas y los lignanos, son estrógenos vegetales, es decir, fitoestrógenos. Su actuación en el organismo es similar al de las hormonas humanas, aunque su efecto es menos potente. La dosis diaria recomendada es de entre 40 y 50 mg/día pero, para satisfacer esta cantidad, habría que ingerir diariamente 100 gramos entre habas de soja y de lino, o bien, un litro de leche de soja o 400 gramos de tofu, cantidades muy altas y muy difíciles de lograr para la dieta occidental; de hecho, en Estados Unidos, el aporte medio de estos componentes en la alimentación sólo es de 5 mg/día.
Por ello, lo más adecuado es su ingesta a través de preparados concentrados, cuyo contenido en isoflavonas y lignanos es mucho más elevado. Además, cuenta con la ventaja de que no provocan flatulencias, algo muy habitual cuando se consumen las habas de soja fresca. Sin embargo, en ningún caso, esto significa dejar de lado una dieta diaria rica en verduras, frutas, cereales y hortalizas.
Acerca de Salus-Floradix España, S.L.
El Grupo Greither, empresa familiar alemana con casi cien años de historia, lo forman actualmente un grupo de compañías entre las que destacan: Salus-Haus, W. Schoenenberger y Dr. Dünner. Ubicadas en el triangulo que se forma entre Lucerna (centro de Suiza); Munich (norte de Baviera) y Stuttgart (sur de la selva negra alemana). El espíritu del Grupo se resume en una sola frase: “La mayor contribución a la medicina preventiva y a la salud del ser humano, es una vida en armonía con la Naturaleza”. Por ello, se dedican al cultivo y a la elaboración de remedios tradicionales a través de plantas medicinales y otras especies vegetales.
En la actualidad, en el Grupo Greither trabajan más de 400 personas. Posee cultivos propios en Alemania y sobre todo en Chile. Además, está presente en más de 50 mercados repartidos por todo el mundo, con un especial asentamiento en Europa. En nuestro país, sus productos, elaborados sin conservantes ni aditivos y con materias primas de origen ecológico, son distribuidos por Salus Floradix España S.L., con sede en Alicante.
Para más información
Recursos de Mercado – Gabinete de prensa de Salus Floradix España
Telf. 91 547 08 04 –