Nota de prensa
16 de Febrero de 2010

La Osteoporosis, la enfermedad silenciosa, es un grave problema de salud pública

La Osteoporosis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una patología caracterizada por una masa ósea reducida y un deterioro estructural del tejido óseo, disminuyendo su densidad, lo que ocasiona una grave vulnerabilidad frente a las fracturas óseas que pueden llegar a producirse incluso sin necesidad de traumatismos. Los costes de atención sanitaria que acarrea, debido al envejecimiento de la población, se estima que lleguen a duplicarse durante los próximos veinte años. Aunque estudios reciente parece que apuntan a un posible alivio gracias a los efectos de la Vitamina K₂.

A esta enfermedad, que afecta en mayor medida a las mujeres y que acelera su proceso a partir de la menopausia, se la ha apodado como “silenciosa” porque no duele e invade poco a poco el esqueleto sin dar ninguna señal de aviso. La ingesta de calcio se convierte en un elemento fundamental para prevenir la Osteoporosis. Sin embargo, es preciso obrar con cautela, un exceso de calcio en el organismo puede provocar más perjuicio que benéfico. Si el calcio no se adhiere a los huesos y circula libremente por el torrente sanguíneo, puede provocar cálculos renales, calcificación de las arterias (arterioesclerosis) y calcificación de los tejidos blandos.

La importancia de la Vitamina K₂

Para un aprovechamiento óptimo del calcio, son esenciales ciertas vitaminas como la D3 que actúan como catalizadores, encargándose de llevar el calcio al hueso. Sin embargo, diversos estudios epidemiológicos, destinados inicialmente a estudiar factores determinantes de la longevidad de ciertas poblaciones del planeta, dieron como resultado que la Vitamina K₂, (en su forma química menaquinona-7) resulta ser un catalizador del calcio mucho más eficaz que cualquier otro, consiguiendo que la osteocalcina se adhiera a la matriz ósea más rápidamente y con gran eficacia.

El descubrimiento nace de la inquietud que en la comunidad científica provocó el hecho de que la población japonesa (una de las más longevas del mundo) llegue a edades avanzadas con sus huesos intactos…, sin conocer apenas los problemas osteoporóticos que sí padecen, sin embargo, otras comunidades también muy longevas, como las de la cuenca mediterránea. Pronto se llegó a la conclusión de que no se trataba de una cuestión genética, ya que asiáticos residentes en Estados Unidos y en Europa, padecían esta enfermedad con la misma frecuencia que americanos y/o europeos.

Tras varias investigaciones, se concluyó que la causa está en el extraordinario aporte de Vitamina K₂ que contiene la alimentación de la población nipona, concretamente de la variante menaquinona-7.

¿Cuál es el origen de la vitamina K₂?

Las vitaminas K del grupo 2 (menaquinonas) no están presentes en ningún alimento en su estado natural o, si lo están, es en cantidades muy pequeñas. Por lo general, la Vitamina K₂ se obtiene a partir de la acción de diversas bacterias, sobre todo la Bacillus subtillis, actuando sobre la Vitamina K₁. Nuestro intestino la produce en pequeñas cantidades y está presente, en cantidades mucho mayores, en alimentos ricos en K₁ (filoquinonas), que han sido fermentados mediante dichas bacterias, como es el caso del Natto.

El Natto es un alimento típico japonés (es costumbre comerlo como acompañamiento…, sobre todo en algunas regiones de Japón) que se obtiene mediante la fermentación del poroto (habas tiernas) de soja. Estas habas, muy ricas en Vitamina K₁, sufren una fermentación mediante la cual ésta se torna en K₂ y, sobre todo, en menaquinona-7, su variante bioquímica más activa en relación a la influencia que ésta ejerce sobre la actividad de los osteoclastos y los osteoblastos en la matriz ósea.

En presencia de menaquinona-7, a través del proceso de carboxilación, se estimula la actividad de la osteocalcina, una proteína que funciona como un pegamento que permite incorporar y fijar el calcio a los huesos.

Ésta es, sin duda, la razón por la que los japoneses apenas padecen de problemas osteoporóticos, incluso cuando su ingesta de alimentos ricos en calcio, como leche y derivados lácteos, es, de media, mucho menor que la de cualquier europeo o americano.

Mediante este mismo proceso, sólo que elevado a nivel industrial, la empresa noruega Natto-Pharma (www.nattopharma.com) produce una Vitamina K₂ natural, a la que ha dado el nombre comercial de MenaQ-7 (www.menaq7.com), que es la materia prima principal con la que se elaboran diversos productos ricos en esta sustancia, algunos de los cuales se encuentran ya disponibles en el mercado español.

Vitamina K₂ y enfermedad cardiovascular

Pero no terminan aquí los beneficios de la menaquinona-7, pues también ha podido demostrarse su acción positiva frente a los problemas cardiovasculares originados por la calcificación de las arterias (arterioesclerosis) problemas que afectan a la población japonesa también en menor medida. Esto es debido a que la Vitamina K₂ actúa como vehículo del calcio, desviándolo de las arterias y tejidos blandos a los huesos, de tal forma que su presencia en el organismo contribuye a solucionar al tiempo dos graves problemas para la salud: la Osteoporosis y la enfermedad cardiovascular.

Acerca de Salus-Floradix España, S.L.

El Grupo Greither, empresa familiar alemana con casi cien años de historia, lo forman actualmente un grupo de compañías entre las que destacan: Salus-Haus, W. Schoenenberger y Dr. Dünner. Ubicadas en el triangulo que se forma entre Lucerna (centro de Suiza); Munich (norte de Baviera) y Stuttgart (sur de la selva negra alemana). El espíritu del Grupo se resume en una sola frase: “La mayor contribución a la medicina preventiva y a la salud del ser humano, es una vida en armonía con la Naturaleza”. Por ello, se dedican al cultivo y a la elaboración de remedios tradicionales a través de plantas medicinales y otras especies vegetales.

En la actualidad, en el Grupo Greither trabajan más de 400 personas. Posee cultivos propios en Alemania y sobre todo en Chile. Además, está presente en más de 50 mercados repartidos por todo el mundo, con un especial asentamiento en Europa. En nuestro país, sus productos, elaborados sin conservantes ni aditivos y con materias primas de origen ecológico, son distribuidos por Salus Floradix España S.L., con sede en Alicante.

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