Comunicado de Prensa
4 de diciembre de 2007

Arbitralia analiza los principales factores que están contribuyendo al desarrollo de este método de resolución extrajudicial de conflictos

Así lo indican los expertos: la cultura del Arbitraje se está extendiendo de un modo creciente en nuestro país. Y lo cierto es que la Institución del Arbitraje como método de resolución extrajudicial de conflictos –implantada desde hace décadas en los países de cultura anglosajona- avanza cada día más en España como una herramienta real y asequible, tanto para particulares como para PYMEs o grandes corporaciones, y que presenta importante ventajas respecto la Justicia ordinaria. Y en este camino de lenta pero imparable implantación de la cultura arbitral, en una sociedad como la española acostumbrada a acudir a los tribunales para resolver sus litigios, están influyendo, según los analistas, determinados factores.

Entre ellos, José Luis Cabello, Cabello –Doctor en Derecho y Vicepresidente y Director General de Arbitralia –organización sin ánimo de lucro cuyo principal objetivo es dar a conocer a empresas y particulares las figuras de la Mediación y el Arbitraje, así como administrar procesos arbitrales y de mediación a través de su Corte Arbitral y del Instituto INMEDIA- cita, a nivel general, «la dinámica globalizadora y los requerimientos de la coyuntura social, política y económica propios de la Sociedad de la Información, en la cual las interacciones tanto entre personas físicas como jurídicas, y ya sea a nivel nacional o internacional, son mucho más complejas y los posibles conflictos de intereses requieren soluciones más rápidas, más especializadas y a un menor coste».

En un terreno más concreto, referente al nuestro ámbito nacional, resulta obligado citar a la vigente Ley de Arbitraje 60/2003, de 23 de Diciembre, que, como indica Cabello, «constituye un excelente instrumento jurídico y ha propiciado una apreciable recuperación y revalorización de la fórmula arbitral para solventar las discrepancias legales en nuestro país». Es preciso destacar que la vigente ley abarca todo tipo de arbitraje, tanto interno como internacional, consiguiendo una beneficiosa uniformidad; además, persigue de forma abierta incentivar a las personas físicas y jurídicas para que opten por esta vía de resolución, ayudando a superar los viejos prejuicios que veían en el Arbitraje una aspiración de convertirse en una jurisdicción paralela a la estatal. La Ley de Arbitraje de 2003 facilita asimismo los procedimientos arbitrales en conflictos de gran envergadura, en cuestiones de gran complejidad técnica, y aspira a consolidar el Arbitraje en litigios derivados del comercio internacional.

Otro de los factores que han influido notablemente en la creciente aceptación del Arbitraje ha sido la cada vez mayor saturación de la administración de Justicia en nuestro país. Como explica Jaime Enrique Cuevas Martínez – Abogado; Socio-Director del despacho Praxis Legal Solutions y Vocal de la Junta Directiva de Arbitralia– «hay saturación en los Juzgados, en las Audiencias Provinciales, en el Tribunal Supremo e incluso en el Tribunal Constitucional: en este contexto se sitúa el Arbitraje». Las cifras así lo demuestran: según los últimos datos anuales del Consejo General del Poder Judicial, un total de 2.331.557 causas pendientes de resolución se acumulaban en los juzgados al terminar el año 2006. Esta cifra supone un 7,2 por ciento  más que el número de causas en tramitación a finalizar el año 2005, que se situó en 2.174.787 asuntos pendientes. La situación en algunos juzgados ha llegado a tal extremo que, recientemente, los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid han hecho público, calificando de “crítico” el colapso que se vive en sus instalaciones.

En opinión de José Luis Cabello, «estos datos ponen, una vez más, de manifiesto, que los órganos de Justicia se encuentran cada vez más saturados, situación que constituye un campo abonado para acudir, en aquellos casos en los que sea procedente –que son las materias respecto de las cuales las partes tienen poder dispositivo- a sistemas alternativos de resolución de controversias, como son la Mediación y el Arbitraje».

Erradicación de falsos tópicos

En otro contexto, igualmente propicio para el desarrollo de la mentalidad arbitral en España ha sido el definitivo destierro de algunos tópicos que han afectado a la imagen de esta institución en nuestro país. De este modo, además del ya mencionado cliché de “la jurisdicción paralela”, muchos detractores del Arbitraje han alegado que los laudos arbitrales -títulos ejecutivos con valor de una sentencia- suponen “decisiones salomónicas” que buscan contentar a las dos partes. Como afirma José María Nebot Lozano -Abogado en ejercicio, Abogado del Estado en excedencia y Vocal de la Junta Directiva de Arbitralia– «esta idea está totalmente erradicada, porque hoy en día los arbitrajes son predominantemente de Derecho y no en Equidad, por lo que el árbitro debe juzgar conforme a las leyes, que son las que son». Asimismo, este jurista rebate otro prejuicio, en cuanto a que se piensa que los arbitrajes, en los contratos de adhesión, se imponen en muchas ocasiones a una de las partes por la parte que es más fuerte. «Esto está también ya corregido –explica Nebot- porque en la actualidad, los jueces y tribunales, cuando observan esta desigualdad, esta falta de equivalencia entre los poderes de las partes de un conflicto arbitral, niegan la ejecución del laudo por motivos de orden público».

Hay que destacar también, en lo que se refiere al aumento de la cultura arbitral en España, la labor que instituciones como Arbitralia han venido desarrollando desde su nacimiento con el fin de promover el estudio, la formación, la divulgación y el fomento del Arbitraje. Con este fin, durante su primer año de vida la asociación ha organizado y participado en seminarios, mesas-redondas, cursos de formación y muchas otras actividades encaminadas a que la sociedad conozca los beneficios de este sistema, actividades que no sólo se mantendrán sino que se acrecentarán en el futuro.

Finalmente, no hay mejor forma de comprobar las ventajas que puede aportar un método […] como el Arbitraje que ponerlo en práctica y comprobar su eficacia. En este sentido, la labor de divulgación de organizaciones como Arbitralia, unida al rigor, seriedad y transparencia con el que se llevan a cabo sus procedimientos arbitrales, son elementos que están contribuyendo de forma decisiva a que un número cada vez mayor de ciudadanos y empresas estén recurriendo de facto a esta fórmula, con muy buenos resultados. «Sólo recurriendo de hecho al Arbitraje -asevera Cabello- se pueden conocer de primera mano sus numerosas ventajas, como son su amplia disponibilidad territorial, su rapidez, menor coste, especialización, confidencialidad, agilidad, inmediatez, independencia e imparcialidad».

ARBITRALIA es una Institución sin ánimo de lucro dedicada al Arbitraje y la Mediación para la resolución extrajudicial de conflictos. Los destinatarios de su actividad son todas aquellas personas físicas y jurídicas en cualquiera de sus situaciones jurídicas civiles y mercantiles siempre que no ostenten la condición legal de consumidores y/o usuarios. Su equipo está formado por un amplio colectivo de contrastados profesionales, Licenciados en Derecho y otras disciplinas, con una dilatada experiencia en el sector. Entre sus rasgos diferenciadores destacan su especialización, independencia e imparcialidad, así como su voluntad de servicio a las partes y su vocación hacia el ámbito internacional. El espectro de materias que aborda es muy amplio, desde las operaciones financieras, competencia, distribución, comercialización, seguros… hasta las nuevas tecnologías, franquicias, tráfico marítimo, o la construcción naval, entre otros.

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