La globalización en los juegos: de Oriente a Occidente

Comunicado de prensa
Agosto 2007

Estrategia, simbolismo, competitividad, versatilidad,… son algunas de las características principales de juegos como el Go, las Damas Chinas, el Mah-Jongg, el Mikado o el Tangram, todos ellos procedentes de Oriente y que tienen cada vez más adeptos dentro de nuestras fronteras.

Proceden de países como China o Japón, algunos son solitarios, como el Tangram, otros se juegan con un contrincante, como el Go, y otros permiten varios participantes, tal que las Damas Chinas. Pero, tanto los unos como los otros, tienen un importante componente educativo y de desarrollo intelectual. En este sentido, y siguiendo con su línea de fomento del juego no sólo como elemento lúdico sino también como instrumento beneficioso para la salud mental, afectiva, social y física, CAYRO –empresa juguetera vinculada y comprometida con el mundo del juego desde 1954- los ha incluido dentro de sus catálogos, facilitando su introducción en España.

El primer juego oriental conocido y, posiblemente, uno de los más antiguos de la humanidad, es el Juego del Go. Nació en China hace más de 4.000 años y Confucio ya lo mencionaba en sus escritos. La leyenda dice que el emperador Yao, entre 2357 y 2255 a.C., encargó a uno de sus consejeros que inventase un pasatiempo que desarrollara la capacidad mental de su hijo.

Se trata de un juego de estrategia en el que dos contrincantes se enfrentan intentando ocupar más territorio que su adversario y capturarle el mayor número de fichas posible. Por sus características, lo practicaban las clases intelectuales y gobernantes de la antigua China y nunca se popularizó para el vulgo. Los grandes maestros recibían títulos como “set” –hombre santo- o “shing” –sabio-.

En Europa, se introdujo a finales del siglo pasado, aunque en 1920 ya se conocía. Así Emanuel Lasker, gran maestro del ajedrez, llegó a decir de él que tenía una dimensión cósmica y que, en caso de existir seres racionales en algún otro planeta, con toda probabilidad conocerían el Go.

Físicamente, se juega en un tablero compuesto por 19 líneas verticales y otras tantas horizontales, 181 fichas negras y 180 blancas, suficientes para cubrir todos los puntos constituidos por las intersecciones de las líneas del tablero. Éste también puede ser más pequeño, por ejemplo de 13 x 13 líneas y 169 intersecciones, o de 9 x 9 líneas y 81 intersecciones.

 

Otro de los grandes juegos que nos han llegado de China es el Mah-Jongg. Su nombre significa “Juego de Gorriones” y el objetivo es obtener mah-jongg con la consecución de una serie de combinaciones. Su principal atractivo es el gran número de éstas que se pueden dar, de tal manera que en cualquier momento un juego malo se puede enderezar hasta el extremo de que el participante –es para cuatro personas- puede acabar ganando la partida.

Según parece, el “Mah-Jongg” es descendiente directo de los antiguos oráculos que consultaban los adivinos chinos, aunque, tal y como lo conocemos en la actualidad, se remonta a principios del siglo pasado. Hacia 1920 se introdujo en Inglaterra y, tras la II Guerra Mundial, en Estados Unidos. Desde 1998, es considerado deporte oficial en China.

Se trata de un juego relativamente fácil de aprender, con un claro componente social, adaptable y muy flexible, y, además, su dificultad puede aumentar o disminuir a voluntad, según la experiencia de los jugadores. Estas características han popularizado el “Mah-Jongg” internacionalmente.

 

Las Damas Chinas es un juego para entre dos y seis participantes. Existen discrepancias en cuanto a su origen pues, aunque algunos expertos creen que se inventó en Europa y que fue llevado a China a través de Japón, otros piensan que procede del país que su propio nombre indica.

El tablero tiene forma de estrella de seis puntas, con 15 agujeros en cada una de ellas y 15 piezas de distinto color para cada jugador. El objetivo es transferirlas todas desde la casa propia o punto de salida hasta la cara opuesta antes que el adversario. Las piezas pueden saltar en cualquier dirección y, por cada turno, sólo se puede mover una pieza, pero tan lejos como permitan las posibilidades de salto. Hay que tener cuidado con la estrategia que se sigue, pues puede ser aprovechada por otro jugador.

 

Otro de los juegos originarios de China es el Mikado. Antiguamente, las varillas de que se compone eran de marfil. Hoy en día, suelen ser de plástico y están coloreadas. Son en total 40 y tienen varios colores, según su valor en puntos: amarillo, rojo, azul, verde, y rojo y blanco.

El objetivo es rescatar del montón de varillas el número máximo de ellas sin mover ninguna otra. Se trata de un juego de destreza que requiere pulso firme y una gran dosis de paciencia. Por lo tanto, ayuda al desarrollo de la coordinación ojo-mano.

 

Por último, el Tangram es, según algunos especialistas, uno de los pasatiempos más antiguos de China. Otros, sin embargo, indican que su origen data de principios del siglo XIX. También su nombre está envuelto en la misma incertidumbre. Hay quien sostiene que procede de “tanka”, nombre con el que se conoce a unas muchachas cantonesas que viven en las embarcaciones del Si-Kiang, o río de las perlas. Sin embargo, la procedencia más probable es que derive del inglés antiguo, en el que “Tangram” significaba rompecabezas o juguete.

Consiste en formar figuras con el total de las siete piezas que lo componen: 5 triángulos, un cuadrado y un paralelogramo romboide. Con ellas se pueden hacer hasta 1.600 combinaciones diferentes, con tres niveles de dificultad. En el básico, sólo se necesitan imaginación y sentido del humor. El segundo nivel requiere el uso de las siete piezas para realizar un rompecabezas dado. Y el tercero, el más complicado, es el pasatiempo idóneo para matemáticos, en el que caben preguntas como, por ejemplo, cuántos polígonos de cinco lados pueden construirse con las siete piezas –“tans”- del “Tangram”.

Sea cual sea la elección, los juegos orientales garantizan la máxima diversión y constituyen una gran herramienta mental y de coordinación. Porque, tal y como se indica en CAYRO, “jugar es vital”.

Acerca de CAYRO

CAYRO, empresa juguetera familiar, especialista en juegos y juguetes como los de antes, se fundó en Dénia, Alicante, en 1954, hace ya 53 años. La compañía está caracterizada por la innovación, y se ha convertido en sinónimo de fabricante de juegos tradicionales y de sociedad.

CAYRO tiene clasificado sus juegos y juguetes en las siguientes líneas de producto: Juegos y Juguetes de siempre; Natural Games; CAYRO Collection; Walt Disney’s Mickey Mouse in “Building a building” y MAXIS.

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