El mercado de Bancaseguros: proceso de continuidad

Durante el pasado año 2008, vivimos una situación de interés desmesurado por la venta de los negocios aseguradores de las entidades financieras, fruto de la necesidad de liquidez de dichas entidades a consecuencia de la actual crisis, y de la interesante posibilidad de capitalizar su negocio asegurador, además de rebajar sus requerimientos de capital.

Como en la economía real, la competencia y el interés que para algunas aseguradoras significaba poder tener un negocio cautivo en este canal de distribución generó una tendencia inflacionista y una sobrevaloración de determinados negocios. Esto provocó la retroalimentación de las siguientes operaciones y el establecimiento de unos criterios de precio más por benchmark de operaciones anteriores que por valoración real del negocio existente y del business plan que soportaba el goodwill de la operación. Éste estaba basado, en la mayor parte de los casos, en una gestión del activo por parte de la entidad financiera, que se vislumbraba por lo menos difícil con los vientos que ya llegaban a nuestras costas. El acierto o no de las mismas lo veremos en el futuro.

El último trimestre del año generó una valoración de los activos afecto a las cuentas de resultados de las entidades aseguradoras, que hemos sufrido una devaluación de los mismos. Dicho descenso ha significado, en muchos casos, una pérdida de la capacidad de compra que, unida a una realidad en cuanto al mercado de activo del país, ha hecho que los precios pasen por un proceso de contracción y revisión.

A pesar de lo anterior, lo que estamos viendo es que después de unos meses con una relajación en los procesos de compra, se está volviendo a reactivar el mercado. Los compradores y vendedores han reflexionado acerca de los valores reales de éste, lo que ha provocado que se produzcan, en el primer trimestre de 2009, cuatro nuevas operaciones y seremos testigos, en los próximos meses, de algunas más que están actualmente en proceso de negociación.

Por lo tanto, a lo largo del presente año, veremos cómo se gestionan estos acuerdos, algunos de los cuales se están concertando de forma vitalicia. En otros casos, determinadas entidades financieras que se encontrarán inmersas en procesos de fusión, lo que obligará a volver a pactar los términos del acuerdo de negocio de Seguros.

Desde el punto de vista de productos, también el sector banca-asegurador está viviendo cambios en su visión del negocio, pasando de aquéllos que son puramente de vida y que están vinculados principalmente al activo; hacia otros de no-vida, con márgenes interesantes, en términos de comisiones y margen técnico, que permitan compensar la caída de los seguros de vida permitiendo rentabilizar la base de clientes.

El problema de los productos de no-vida, principalmente los concernientes al sector automovilístico, es que los márgenes cada vez son más ajustados y la siniestralidad, a diferencia de los de vida, es mucho mas volátil e impredecible. En este sentido, se hace totalmente necesaria, para el control de la cuenta de resultados del producto, la gestión en la selección de riesgos, la administración de siniestros y la correcta transferencia al reaseguro.

Toda esta situación, la resumió perfectamente un importante banquero de nuestro país, en una sola frase: “yo lo que sé hacer es banca y para el resto de negocios, sólo soy un mero intermediario”. Dicho esto, no puedo estar más de acuerdo con el contenido de estas palabras, aunque, por el contrario, considero que la formulación en sí no es cierta. Por lo tanto, todo es cuestión de buscarse un buen y experto socio para no equivocar la estrategia.

Pero como todo en la vida, el tiempo da y quita razones…

Francesc Rabassa , Director de desarrollo comercial de CNP Vida y Director General de CNP Assurances sucursal en España.

¿PODEMOS AYUDAR? ... →

© RdM