La formación en tiempos de crisis
Gonzalo Martínez de Miguel – Director General de INFOVA
Las crisis económicas son un gran momento para la acción y también para la reflexión. La situación empresarial nos obliga a revisar lo que hacemos para afinar los procedimientos y concentrarnos en aquello que aporta valor.
Entre otros argumentos porque, mirando a medio plazo, no podemos, por razón de la crisis, perder la posición competitiva relativa con el resto de los participantes en nuestro sector. No todos los jugadores de un mismo sector se van a ver afectados por la crisis de la misma manera. Algunos incluso se verán reforzados y, ante la perdida de posición de sus competidores, verán como al pasar la tormenta su situación relativa en el mercado habrá mejorado.
En esta dirección, el valor que aporta la formación a la empresa es mantener a nuestros equipos de profesionales actualizados y preparados para un mundo que cambia a velocidad creciente. La formación genera ventajas competitivas desarrollando y potenciando el comportamiento de las personas. Algo que en un mundo de productos y servicios cada vez más homogéneos es una de las pocas ventajas competitivas sostenibles en el tiempo.
La actual generación de directivos es consciente de que los procesos de formación en la empresa, si son los adecuados, constituyen una herramienta de extraordinaria utilidad para acompañar y motivar a los profesionales en tiempos de crisis.
Es cierto que hay acciones de formación y desarrollo que aportan mucho valor y otras que aportan menos. Hay formación bien realizada, con una cuidada entrega a los profesionales de la empresa, diseñada para que genere cambios en la organización. También es cierto que se imparte formación que no provoca cambio alguno, ni de conductas, ni de creencias, ni de actitudes.
Teniendo esto claro, en tiempos de crisis hay que asegurarse de que acertamos con la formación que ofrecemos a nuestros colaboradores.
Es un buen momento para recordar que convocar una acción de formación es en si mismo un mensaje de permanencia, de apuesta por el futuro y de confianza en las capacidades de las personas con las que trabajamos.
Estamos observando con preocupación cómo, a los problemas que conlleva de por si la crisis, se pueden sumar un ambiente enrarecido, los enfrentamientos internos, la queja, la desmotivación; factores generados por la preocupación sobre cómo va a afectar a las personas esta situación económica.
Para los sectores mas castigados en esta crisis, me parece imprescindible formar a los profesionales en lo que podríamos llamar la gestión personal de los problemas y la actitud ante la dificultad. Recuerde que “no nos afecta tanto las cosas que nos pasan, como las ideas que nos hacemos sobre las cosas que nos pasan”.
La caída de ventas, la reducción de márgenes, la incertidumbre, se puede vivir de muchas maneras. Unas respuestas son más efectivas que otras. Deberíamos dar a nuestros profesionales las herramientas internas y la consistencia personal suficientes para que puedan desarrollar una mejor gestión individual de la crisis.
El admirado explorador polar Ernest Shakelton en los casi dos años de aventura en la Antártida, con veinte hombres atrapados en el hielo y un mundo en guerra, los mantuvo activos y ocupados todo el tiempo, consciente de que esa actividad era una razón para luchar y no abandonarse al lamento. Shakelton sabía que seguir creando las condiciones para ganar el presente es siempre una medida inteligente para crear el futuro deseado.
Por ejemplo, si el problema que más le aprieta es la caída en las ventas por razones achacables al momento económico, forme a sus equipos comerciales para que sean proactivos, luchadores, inconformistas. Déles la información y las herramientas para que acepten la realidad del mercado actual sin usarla de excusa para bajar los brazos. Aproveche la bajada de actividad para hacer todo aquello que no hicieron en otro momento por falta de tiempo. Apóyeles a actualizar las bases de datos de clientes, revisar los procesos de venta, mejorar los argumentos, entrenar su capacidad de comunicación y su habilidad para cerrar un acuerdo. En definitiva, siga entrenándolos para que sean los mejores profesionales que pueden ser en el momento que viven.
Por último, mire si puede simplificar el modelo de formación sin restarle calidad. Asegúrese de que su inversión en formación se dedica a aquello que aporta valor. En muchas ocasiones los gastos de desplazamientos, hoteles y comidas superan con creces los gastos propios de formación.
Sabemos que un tiempo de crisis, no es la ocasión para dejar de hacer aquello que es importante y el capital intelectual: las personas, son el principal valor de cualquier organización y, quienes a la postre, nos sacaran de esta.
Acerca de INFOVA
INFOVA, Instituto de Formación Avanzada, es una empresa especializada en la formación de profesionales, que aplica su metodología en tres áreas distintas, pero a su vez complementarias: Formación en Sala, Formación a través de la Experiencia (Outdoor Training) y Formación On-Line (E-learning). Su objetivo es ahondar en las causas que inspiran los comportamientos y así poder realizar cambios reales, proporcionando de esta forma herramientas capaces de fomentar y potenciar el desarrollo profesional de directivos, redes de ventas y equipos de trabajo. Además, INFOVA cuenta con el Centro de Desarrollo Directivo: “La Arena”, en donde se integra bajo una misma metodología diferentes formatos (presencial y on-line) con el propósito de cambiar en empresas y profesionales.