Que jugar no sea la asignatura pendiente del verano
Razones por las que esta es la mejor época del año para el juego
Días más largos y mejor temperatura o más tiempo libre son sólo algunos de los motivos por los que el verano es el mejor momento del año para que los niños disfruten del juego, y se aprovechen de todos los beneficios que este supone para ellos. Aunque jugar es una acción necesaria para los más pequeños durante todo el año, el fabricante internacional de juguetes Lil’ Monkey, enumera algunas de las razones por las que esta actividad reporta grandes beneficios durante estos meses.
1.- Mayor socialización de los niños: En otras épocas de año juegan con sus compañeros de colegio, familiares o amigos más cercanos, pero en verano, que los momentos de ocio se trasladen de las casas o patios de escuelas, a parques, piscinas o incluso a otras ciudades y se dedique más tiempo a la práctica de actividades aire libre, permiten que conozcan a nuevos compañeros para el juego. Según explica Ido Klein, inventor del Centro de Actividades Lil’ Monkey de Chicos estar en contacto con otros niños es importantísimo para su desarrollo, porque esta es la manera en la que aprenden a relacionarse, a compartir, e incluso a negociar, y ceder, algo que será muy valioso para el futuro.
2.- Más ejercicio: El clima permite a los niños realizar más actividades al aire libre, y que le exijan estar en movimiento. El verano es un momento muy adecuado para, que los niños puedan divertirse y disfrutar dejando las consolas y ordenadores de lado. También les da la oportunidad de iniciarse en la práctica de deportes que después puedan realizar durante el año.
3.- Mas contacto con la naturaleza: El juego en espacios abiertos favorece acciones básicas en todos los niños como moverse, explorar el entorno etc, que sin duda son necesarias para que desde pequeños aprendan cómo es el mundo que les rodea. Jugar al aire libre además le reportará beneficios como el mayor conocimiento del medio ambiente, lo que derivará en un mayor cuidado y respeto por la naturaleza, algo que sin duda supone una ventaja para todos.
4.- Conocer nuevos entornos: Esta época del año propicia que los niños salgan de su entorno, cualquier parque o lugar se puede convertir en su sala de juegos. Este hecho es especialmente importante en los niños a partir de los 4 años, ya que desde esta edad y hasta los 6 años, diversos estudios afirman que los mas pequeños comienzan a mostrar un interés desmesurado por su entorno, les gusta observar e imaginar, y por lo tanto, ofrecer al niño distintos escenarios será una gran oportunidad para que este desarrolle su aprendizaje y conocimientos.
5.- Potencia su imaginación y creatividad: Los espacios abiertos potencian que los niños se decanten por juegos o realicen actividades que no están guiados o para los que no hay unas normas establecidas. Juegos para los que deben inventar personajes, reglas o incluso determinar un espacio suponen todo un reto a su imaginación.
6.- Más tiempo para interactuar entre padres e hijos: No sólo los niños tienen más tiempo en verano, también los padres. Por ello este es el momento más adecuado para convertirse en el compañero de juegos de los niños y afianzar la relación paternal. Correr, saltar o cualquier actividad que se realice con ellos ayudará a crear en los niños la convicción de que, además de una figura de autoridad o respeto, los padres son excelentes compañeros para divertirse y pasarlo bien. Por otro lado a los padres también, tiene la oportunidad mediante el juego de conocer mejor a sus hijos, les permitirá por ejemplo saber cómo se comportan ante determinadas situaciones o retos, cuales son sus cualidades físicas…etc.
Para más información:
Recursos de Mercado – Gabinete de Prensa de Lil’ Monkey by Chicos
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