Cómo hacer frente al verano en pareja, estrategias para evitar discusiones
ART. Dra. Marisa Navarro
Doctora en Medicina, psicoterapeuta y autora del libro “La medicina emocional” y “El efecto tarta“
Se dice que en verano es cuando más rupturas de pareja hay y que tras las vacaciones aumentan las demandas de separaciones y divorcios. Este hecho es cierto. Pasar más tiempo con la pareja, sobre todo cuando la relación no vive sus mejores momentos, es una prueba de fuego. En la vorágine de la vida cotidiana y con la rutina de cada día, no nos paramos a pensar que sucede entre nosotros, y es en este momento cuando se convive realmente. Y no es tampoco necesario que la relación este pasando un momento bajo para que surjan más conflictos en los periodos vacacionales, simplemente la mayor convivencia puede hacer que aparezcan temas y situaciones que no suelen darse en la vida diaria.
Para evitar conflictos, tengamos o no problemas de pareja, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones como
– El destino siempre consensuado: si os vais de vacaciones puede que a uno le guste la playa, a otro la montaña, uno quiere hacer un viaje cultural, pero el otro prefiere relajarse. No es problema, en la vida hay momentos para todo, podéis turnaros en cada ocasión, en la que podáis hacer una escapada. Y siempre hay que tener presente, que se decida lo que se decida, hay que tener una actitud positiva y relajada.
– No forzar a actividades: es importante no obligar a la pareja a hacer algo que no quiere, al igual que lo es cerrarnos en banda y negarnos rotundamente a intentar probar aquello que la otra persona quiere hacer. Esto tiene mucho que ver en lo vital que es en una pareja, ya sea en vacaciones o el resto del año, el respeto mutuo, y el ponerse en el lugar del otro. En el caso de que a alguno de los dos, le encante practicar una actividad, como por ejemplo algún deporte acuático, que al otro no le guste, porque le pueda dar miedo o no sea capaz, no pasa nada, siempre y cuando después también se haga algo que podáis compartir y con lo que disfrutéis los dos.
– Dejar algo de tiempo para uno mismo: en las vacaciones se deben guardar momentos para que uno esté solo haciendo aquellas cosas que le gusta hacer. Esto os producirá bienestar y estaréis más felices, y con una actitud más relajada y positiva, lo que después revertirá en el tiempo que paséis juntos y las ganas que tendréis de reencontraros y compartir.
– Reparto de tareas: otro motivo de conflicto son las tareas domésticas, puede que durante el año uno u otro, no den tanta importancia a que alguno de los dos tenga más peso en este tema, pero en vacaciones no hay excusa. El cuidado de la casa, de los niños, o cualquier otra tarea, es algo que concierne a los dos, cada uno puede elegir lo que más le gusta o menos le importa hacer, siempre con una actitud positiva y de colaboración, y sin olvidarnos que estamos de vacaciones y no pasa nada, si la casa no está tan perfecta y recogida, ni la ropa tan planchada como acostumbra, porque nos estamos dedicando más a disfrutar de nuestro tiempo libre. La flexibilidad y tolerancia fundamentales en este reparto.
– No te crees falsas expectativas: es maravilloso soñar, pero los planes de vacaciones tienen que ser lo más realistas posibles. Y es seguro que crean mucha frustración y un clima muy desagradable cuando no lo son, lo que después fomenta las discusiones, los reproches, etc. Hay que ser conscientes de lo que tenemos, lo que se puede hacer y tratar de disfrutarlo.
– Relajarse: nunca olvidéis que estar de vacaciones es una suerte y que tenéis que disfrutar del merecido descanso. Así que no ser tan estricto con horarios, planes, dietas,… fomentará un clima agradable, con espacio para la alegría, la risa y sobre todo para el amor. Son periodos maravillosos para ponerle una especial atención al amor, el cariño, que quizá tenemos un poco descuidados el resto del año por falta de tiempo.
– Idea alguna sorpresa: los detalles por pequeños que sean, siempre se agradecen y crean buen ambiente, no se trata de un gran viaje, regalos o cosas materiales, sino que me refiero a gestos o acciones, con los que puedes demostrar tus sentimientos, que no cuestan nada, que fomentan la felicidad y sobre todo generan muy buenos recuerdos.
– Ante un desacuerdo: no dramaticéis, pensad fríamente si realmente tiene tanta importancia, seguro que en la mayoría de casos no. Y sobre todo, si esto se produce, pensad que no tendría que haber nada que os fastidiase las vacaciones y tratad de llegar a un punto de encuentro, que os permita disfrutar de la reconciliación y de ese tan merecido descanso.
– Haced más el amor: más tiempo, tranquilidad, calor, largas siestas, momentos favorables para acercarnos a nuestra pareja y potenciar nuestra sexualidad. No desaproveches estas bonitas y propicias oportunidades, os llenarán de unión, felicidad, y suavizarán muchas cosas.
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