Coaching

Artículo de Opinión

Los directivos deben moverse en entornos cada vez más inciertos, en los cuales se multiplican fusiones, adquisiciones y procesos de cambio organizativos. Se enfrentan además a la presión constante de los objetivos y del tiempo, a la soledad en el proceso de toma de decisión, y a la dificultad de liderar equipos cada vez más exigentes.

Por todos estos motivos, los directivos necesitan disponer de una nueva perspectiva sobre la evolución de su carrera y competencias, y recibir apoyo en el desarrollo de las habilidades necesarias a su puesto. Esta nueva perspectiva se puede conseguir mediante un proceso de coaching. Los expertos lo definen como un proceso de orientación y entrenamiento individualizado dirigido a que las personas desarrollen o modifiquen sus habilidades, competencias y conductas para optimizar su rendimiento y su satisfacción personal. Las compañías lo ponen a disposición de aquellas figuras claves en sus puestos de trabajo.

El Coaching es un concepto relativamente nuevo que aparece a mediados de los 80 en Estados Unidos como respuesta a la gran movilidad de ejecutivos y al crecimiento de las empresas. Actualmente despierta gran interés en el ámbito empresarial español.

Pero, ¿Por qué optar por procesos individualizados y no continuar con cursos, seminarios, workshops,… para todo tipo de colectivos?

En aspectos como comunicación, liderazgo, negociación, empowerment, trabajo en equipo, motivación, … no todos partimos de la misma base con el mismo entrenamiento, no tenemos las mismas habilidades, ni los mismos valores. Las formas que tenemos de poner en la práctica estas habilidades forman parte de comportamientos inconscientes y de experiencias acumuladas. En definitiva, nuestro comportamiento es el resultado de nuestra experiencia, tendemos a estandarizar aquellos comportamientos que nos reportan beneficio, gratificación, y eso nos diferencia a unos de otros. Por ello el tratamiento individualizado será mucho más rentable, pero no para todos, sino, para aquellos cuyas decisiones tendrán una gran importancia en la cuenta de resultados de la compañía.

¿Cómo funciona un proceso de coaching? La metodología depende de la persona que va a seguir el proceso, elaborándose a medida siendo así un proceso individualizado. El proceso de coaching suele durar de seis meses a un año y se divide en tres fases claramente diferenciadas:

  • Precoaching: Es una primera toma de contacto con la empresa y con el participante donde se realiza un análisis del contexto y se marcan de forma conjunta los objetivos a conseguir.
  • Coaching: Son reuniones estructuradas del participante con el consultor para, en un primer momento, explorar la situación actual; posteriormente: detectar opciones para alcanzar los objetivos y finalmente: planificar, lanzar y validar acciones para conseguir los objetivos.
  • Seguimiento: El objetivo de esta fase es controlar el alcance de los objetivos, reforzar las mejoras conseguidas y planificar futuras acciones.

Las empresas ponen esta técnica a disposición de sus mejores colaboradores, pero son éstos los que deben comprometerse con el proceso y colaborar con el mismo para que tenga el efecto deseado. Al mismo tiempo, todo el proceso se lleva a cabo en la más estricta confidencialidad.

Los beneficios de este proceso son dobles ya que reportan tanto a la persona como a la organización. Desde el punto de vista empresarial podríamos nombrar entre otros los siguientes beneficios: mejora la motivación del participante, retiene al personal clave, mejora la relación organización-individuo, mejora la eficiencia, metiene el know-how y ahorra costes por sustitución/fracaso.

En cuanto al desarrollo personal, mejora las habilidades directivas (liderazgo, comunicación,…) crece la autoconfianza, potencia los recursos para manejar situaciones difíciles, desarrolla las habilidades de análisis de distintas perspectivas de la realidad, y aumenta y mejora la eficiencia.

En la actualidad los directivos se enfrentan a retos para los que sus habilidades y competencias no han sido entrenadas, los programas de coaching aportan los ingredientes necesarios para superar estas situaciones con garantías de éxito.

“El talento no es un don celestial
ni un milagro caído del cielo
sino el fruto del desarrollo sistemático
de unas habilidades especiales”.

José Mª Rodero, 1922-1991

Por Mónica Cuerda
Consultora – Area de Formación y Desarrollo de Strategic Company

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