Comunicado de Prensa
5 de diciembre de 2012

La palabra enseñanza ha pasado por múltiples significados a lo largo de la historia. Generalmente sirve para referir que alguien le instruye a otra persona cómo hacer algo de forma correcta. Para el programa Kumon, sin embargo, enseñar sube un peldaño más en su evolución y se centra en organizar actividades que van a ayudar a otra persona a aprender por sí misma. “Enseñar es dar libertad”, señala Lola Yáñez, que dirige el centro Kumon Arturo Soria en Madrid.

Este centro se inauguró en 1992 y, desde entonces no ha parado de crecer siempre con el impulso de Lola Yáñez, logrando que la enseñanza impartida en el centro sea al día de hoy un referente para los estudiantes de este barrio madrileño. El secreto de este indiscutible éxito radica en el método: “es único”, señala la profesora, “y realmente funciona, tanto para las matemáticas como para el trabajo en general. Sus resultados son reales y están contrastados”.

La profesora de Kumon indica: “Creí en el método desde el primer momento, no siempre ha sido fácil, y a veces ha sido francamente difícil, pero estoy satisfecha porque tuve la valentía de meterme en una aventura, sin ayudas, y lo conseguí”.

Con el método Kumon, el aprendizaje de matemáticas y lectura está cubierto. En la primera, los 21 niveles que componen el programa contemplan desde el reconocimiento y trazado de números, hasta la comprensión del cálculo diferencial e integral. El programa de lectura, con sus 27 niveles, se centra también en la escritura, y junto a ella de la comprensión, la interpretación, la síntesis y la crítica. Ambos programas se caracterizan por contar con un material didáctico, exclusivamente diseñado para que cada estudiante progrese a su propio ritmo.

Esta particularidad es una de las bases que promueve el éxito de Kumon, ya que en el proceso de aprendizaje el estrés y el temor se minimizan, de modo que se abre un espacio para que las verdaderas capacidades de los estudiantes se manifiesten y, por lo general, son excelentes.

“Por ejemplo”, señala Lola Yáñez, “una niña de 14 años llegó sin poder comprender nada de matemáticas y con la autoestima bajísima. En poco tiempo pasó a ser la mejor estudiante de su clase, y al terminar Kumon después de 5 años, se fue a la Universidad a estudiar matemáticas. Lo mismo sucedió con otro niño considerado difícil por su actitud hacia el estudio: hiperactivo, disperso, sin poder trabajar ni cinco minutos seguidos. En cuatro años esta actitud cambió hasta convertirse en un estudiante brillante. Estudió ingeniería”.

Por todo lo señalado es evidente que el método no sólo representa beneficios a nivel académico e intelectual, sino en la vida misma de los estudiantes. Quienes han concluido el programa suelen ser emprendedores y exitosos profesionales porque “tienen alta autoestima y confianza en sí mismos al marcarse objetivos. Están convencidos de alcanzar sus metas, sin impacientarse y sin temer al esfuerzo. No se derrumban, son fuertes y valientes”, afirma Lola Yáñez.

En relación a KUMON

Kumon es una red de centros de enseñanza con un programa diseñado para desarrollar el potencial de aprendizaje de los alumnos, repercutiendo positivamente en su evolución escolar y preparando a los mismos para su vida adulta. Creada por Toru Kumon, profesor de matemáticas en Osaka (Japón), hace 50 años, cuenta actualmente con más de 25.000 centros en todo el mundo que imparten formación a 4.400.000 de alumnos, que avalan el método del profesor japonés.

http://www.kumon.es/

Para más información:

Recursos de Mercado – Gabinete de prensa de Kumon
tel.: 91 547 08 04 e-mail: