Comunicado de prensa
17 de Diciembre de 2008

Numerosos estudios confirman la eficacia de la Acupuntura en la lucha contra la obesidad

La obesidad es un problema de salud de primer orden en el mundo desarrollado. Por su parte, la sociedad está imponiendo, cada vez más, una imagen delgada y saludable. Este hecho potencia que muchas personas con estos problemas se pasen la vida prácticamente a dieta y que, tras pasar hambre y, en el mejor de los casos, conseguir perder kilos, en cuanto abandonan el régimen, se produzca un efecto rebote y terminen ganando más peso del que han perdido. Pero, ¿cómo puede ayudar la Acupuntura a adelgazar sin pasar hambre y sin este temido efecto?

La obesidad es un problema que concierne al equilibrio energético, es decir, se trata de que estas personas ingieren más energía de la que consumen, lo que conlleva un incremento de grasa corporal y, por lo tanto, de peso. Además, es un hecho que hay cada vez más obesos tanto en la población adulta como en la infantil.

En primer lugar, es necesario diferenciar obesidad de sobrepeso, dos palabras que se utilizan indistintamente pero que no son sinónimas. Mientras que la obesidad es un exceso de masa corporal debida a una cantidad de grasas significativamente mayor de la habitual según estatura, sexo y edad; el sobrepeso puede ser debido a, por ejemplo, una gran cantidad de masa muscular sin que exista apenas grasa corporal.

Son muchos los inconvenientes que acarrea el exceso de peso, aunque podríamos encuadrarlos en dos categorías: los concernientes a la salud y los sociales. En el primero de los casos, tanto la obesidad como el sobrepeso, pueden causar enfermedades vasculares, entre las que se incluyen las patologías coronarias, los accidentes celebrovasculares y la hipertensión. También pueden acarrear la aparición de diabetes tipo 2, cuya incidencia, según indica el Dr. Beltrán Carrillo, médico especialista en Geriatría y Acupuntura, “ha aumentado de forma significativa en los últimos 30 años incrementándose el riesgo de ceguera, enfermedad renal, cardiaca, cerebrovascular y la muerte”. Asimismo, el exceso de peso se asocia al desarrollo de muchos tipos de cáncer y a la mayor y más rápida degeneración de las articulaciones.

En un mundo que da culto a la imagen personal, un exceso de peso acarrea una serie de complicaciones sociales. El índice de trastornos depresivos es mucho mayor. Así, en un estudio realizado a 40.000 mujeres, se comprobó que el riesgo de padecer esta enfermedad era casi un 40% mayor en las que tenían un índice IMC (Índice de Masa Corporal que se extrae de dividir el peso en kilos entre la estatura en metros al cuadrado) igual o superior a 30 respecto a las que lo tenían inferior. También se ha comprobado que existe una mayor tendencia al suicidio en estas personas.

A todo ello, hay que añadir la marginación social y una menor calidad de vida. El Dr. Carrillo indica como en “numerosos estudios sobre individuos obesos, tanto en la población general como en el ámbito clínico, ha revelado las quejas de estas personas respecto al dolor, especialmente de espalda, vitalidad reducida, fatiga con esfuerzos mínimos, deterioro en papeles sociales y ocupacionales, peor percepción de la salud física, vergüenza al comer en público, nadar o comprar comida o ropa”.

Los trastornos endocrinos, aunque frecuentemente atribuidos como causa de la obesidad o del sobrepeso, son muy raros pero de importancia vital para tratar la enfermedad.

¿Cómo perder peso sin pasar hambre?

Además de que la dieta necesariamente deba ser equilibrada, nutritiva y con las calorías adecuadas para el correcto funcionamiento del cuerpo, aunque con un aporte energético menor que permita la pérdida de grasa, también debe poder compaginarse con la vida social del individuo, educarle para modificar sus patrones de alimentación y conseguir que no pase hambre.

En este aspecto, es donde la Acupuntura muestra su eficacia. Una condición indispensable para poder seguir una dieta hipocalórica el tiempo suficiente para alcanzar el peso deseado es que la persona que la sigue consiga dominar sus ganas de comer. Como asegura el Dr. Carrillo, “si al seguir una dieta para perder peso, el paciente pasa hambre, tiene falta de concentración, mal humor,… lo más probable es que abandone el tratamiento antes de alcanzar el objetivo. Las dietas consiguen que se baje de peso, pero no tienen ningún efecto supresor sobre el apetito”.

Los mecanismos mediante los que la Acupuntura consigue suprimir el apetito se basan en los cambios producidos en la actividad neuronal del hipotálamo, lo que conlleva un aumento de la sensación de saciedad; y en el aumento de los niveles de serotonina, que está implicada en el control del comportamiento alimentario y del peso corporal, en el sistema nervioso central. Estimulando este neurotransmisor (monoamina), se reduce la ingesta de comida, se aumenta el gasto energético y se incrementa la motilidad intestinal.

Acerca del Dr. Beltrán Carrillo

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, el Dr. Carrillo se especializó en Geriatría aunque, por tradición familiar, terminó decantándose por el ejercicio de la Acupuntura, en la que es Magíster por la misma Universidad. Tras trabajar como geriatra en el Hospital Central de la Cruz Roja, en Madrid, abrió consulta privada de Acupuntura y Geriatría en 1993.

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