Comunicado de Prensa
17 de marzo de 2008

Si un animal, un árbol o un socavón causan un accidente de circulación ¿Quién es el responsable de los daños causados?

El que cause un daño está obligado a repararlo. Sin embargo, este principio general no siempre se cumple, especialmente en casos de accidentes de tráfico, debido a que en muchas ocasiones no está claro o no hay pruebas fehacientes de quién es el responsable.

Ante estas situaciones, todo dependerá de una serie de factores como: la actitud del responsable, de su seguro, de la Administración, incluso, a veces, los problemas vienen de las coberturas del seguro del afectado. Lo que sí es aplicable a toda reclamación es que, si no se resarcen los daños en vía amistosa, se tendrá que acudir al Juzgado para conseguirlo.

Por todo ello, SADYR -compañía de seguros de defensa jurídica especializada en la rama de automóvil- expone los aspectos clave a tener en cuenta y los datos que hay que recopilar para la posterior reclamación al responsable.

Si los daños son producidos por socavones, caídas de árboles o señales de tráfico, lo primero que se debe hacer es llamar, desde el mismo lugar del accidente, a la Guardia Civil o a la Policía Local. En caso de que no acuda ninguna autoridad competente, se deberá realizar fotos y anotar el lugar exacto. Si es casco urbano: calle, número y localidad y si es carretera, es indispensable la denominación de la misma, kilómetro y localidad.

Es importante destacar que si el accidente ha ocurrido dentro del casco urbano, aparte de anotar los datos anteriormente mencionados, comprobar si corresponde a una urbanización. Si es así, intentar obtener los datos del Administrador y/o del Presidente de la Comunidad.

Para los daños producidos por mal estado de la autopista como: presencia de piedras, restos en la calzada, etc., es indispensable pedir el ticket en el peaje y solicitar una hoja de incidencias para reflejar el accidente.

En el supuesto que los daños sean causados por animales hay que tener en cuenta si éstos son silvestres (jabalíes, corzos, zorros,…) o bien pertenecen a una ganadería (caballos, vacas, ovejas). En el primer caso: tal y como ocurre en las situaciones anteriores, llamar a la Guardia Civil, sino acudiera y quedara muerto el animal en el sitio, hacerle fotos y buscar la placa del número del coto. Tomar nota de la carretera y kilómetro exacto. Posteriormente, confirmar con la Guardia Civil la localidad, y si conoce el propietario del coto solicitar los datos del mismo. Es muy importante indicar la dirección en la que se iba, desde que localidad y cual era el destino, además, especificar si el animal sale del margen derecho o del izquierdo.

En el segundo caso, si el animal atropellado pertenece a una ganadería ponerse en contacto, desde el mismo lugar, con la Policía Local (si es casco urbano) o con la Guardia Civil (si es en carretera). Si no fuera la autoridad sería conveniente anotar el nº de placa del animal y/o hacer fotos del mismo. De igual forma, preguntar a la Policía Local o a la Guardia Civil los datos del propietario de la ganadería. Asimismo, si el incidente se ha producido en el casco urbano, se recurre a la autoridad correspondiente para localizar al ganadero, requerir sus datos y la Compañía de Seguros, así como la póliza de Responsabilidad Civil.

En todos los casos es conveniente llamar a la Policía Local o Guardia Civil, llamando al teléfono de emergencia 112. Igualmente es importante contar con testigos, solicitarle al menos nombre, apellidos y teléfono de contacto.

En palabras de Vicente Romero, director general de SADYR: “Contar con una compañía especializada en protección jurídica, supone que será ésta quien realice todos los trámites en nombre del afectado, lo que ofrece más rapidez, comodidad y seguridad, entre otros motivos, porque si no nos indemnizan amistosamente, se acude a vía judicial, y los gastos legales están cubiertos”.

SADYR es una Compañía de Seguros y Reaseguros, que cuenta con más de 25 años de experiencia en Seguros de Defensa Jurídica. Especializada en el Ramo de Automóvil, presta cobertura al asegurado en procedimientos administrativos, judiciales o arbitrales, en todo el territorio nacional. Asimismo, dispone de una Red de Despachos de Abogados y Procuradores concertados en las principales ciudades de España, además de tramitadores de siniestros que le ofrecen la gestión y asesoramiento jurídico al asegurado.

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