CÓMO DETECTAR Y MANTENERSE ALEJADO DE LA GENTE TÓXICA
Art: Dra. Marisa Navarro_ Salud Total
Terapeuta y escritora.
Autora del libro “El efecto tarta”. Practica el egoísmo positivo para ser mas feliz
En nuestro bienestar, estado de ánimo y por ello en nuestra salud, no sólo influyen nuestras propias emociones, sino también las de las personas con las que nos relacionamos. De esta manera te habrás dado cuenta que nos contagiamos de optimismo, alegría y nos sentimos bien, cuando estamos cerca de personas alegres, motivadoras y que transmiten emociones positivas.
Esto se produce debido a las llamadas «neuronas espejo», por las que imitamos y hacemos también nuestras, las emociones de otros que captan nuestra atención. Por ellas, también sucede que pasar tiempo con personas que normalmente están de mal humor, tristes, que se quejan en exceso o apagadas, hace que nos inundemos de su pesimismo y malestar, y que nos lleguemos a sentir mal. O lo que es peor, que estas personas a las que podríamos considerar tóxicas, nos lleguen a generar ansiedad, dolores de cabeza, trastornos del sueño, e incluso provocar otras dolencias más severas, si el contacto es muy continuado, como depresión, problemas digestivos, musculares o dermatológicos.
Y es que su compañía, llega a influir mucho más de lo que pensamos en nuestra salud, si no sabemos establecer ninguna barrera protectora que permita que sus sentimientos y acciones no nos afecten. Por este motivo es vital identificar a este tipo de personas y así poder evitarlas.
Gente tóxica, desafortunadamente hay de muchos tipos, y puede que alguien que te lo resulte a ti a otro le parezca una maravillosa persona, pues esto es algo muy personal. Pero en líneas generales, podemos catalogar con este adjetivo, a los que parecen estar siempre tristes y quejándose, los que siempre están echando culpas o poniendo excusas, los que solo hablan de cosas o aspectos negativos de la vida, los envidiosos, los agresivos y manipuladores, los que humillan, los que tratan de quedar por encima dejando mal a otros, o los que siempre se hacen las víctimas, entre otros. Pero la clave para saber si alguien te resulta tóxico, es que por un motivo u otro, notes que esa persona te hace sentir mal.
Si hay un síntoma determinante, para darnos cuenta que estamos junto a una persona que nos resulta tóxica, es que ante su compañía, no nos es posible comportarnos con naturalidad, y dejamos de ser nosotros mismos. Al contrario, en su presencia nos da la impresión de que estamos interpretando un papel, nos encontramos nerviosos, nos sentimos decaídos y entristecemos, nos da la sensación de que nos roban la energía, y puede que se despierte en nosotros ansiedad o dolor de cabeza, u otros síntomas de los que antes mencionaba. Por el contrario descansamos cuando nos alejamos de ellos.
Esta sensación de alivio que sentimos cuando se van, indica que tenemos que ser tajantes con este tema, y alejarnos lo máximo posible de la gente que nos resulta tóxica. Así que si detectas a alguna cerca, pon distancia y corta todo contacto. El problema empeora si estas personas pertenecen a tu círculo más cercano, o se tiene algún tipo de vínculo emocional con ellas, como por ejemplo si son de tu familia, o compartimos con ellas el trabajo, y no podemos sacarlas, sin más, de nuestro día a día. En estos casos, se trataría de intentar pasar el menor tiempo posible con ellas, y solo el que sea estrictamente necesario. También hay que poner distancia, pero ya que no puede ser física, tendrá que ser mental, estableciendo unas pautas de comportamiento, que nos ayuden como un escudo protector, frente a los sentimientos negativos que desprenden.
Por ejemplo, lo primero que has de hacer si sabes que vas a verla, es tener pensado de antemano, lo que le vas a decir o lo que quieres tratar. Lo mejor es buscar temas banales e intrascendentes, y nada de conversaciones profundas, si se pueden evitar, y solo lo que no haya más remedio que tratar. Incluso si conoces algún tema con el que esta persona se sienta a gusto hablando, plantéalo en la conversación. No reveles demasiados datos de tu vida o les hagas partícipes de asuntos que te preocupen. Procura también no preguntar demasiado sobre su vida, ni dar información sobre la tuya, puesto que, puedes quedarte con la duda de si la información que des puede después ser utilizada de forma inadecuada, y esto puede generarte ansiedad, pues suelen ser personas con las que no te sientes seguro.
Muy importante es convencerse a uno mismo de que esa persona no va a afectarte, y no vas sentirte mal por lo que diga o haga. Para ello, te recomendaría que anotaras estas tres técnicas:
– El “disco rayado”, que consiste en tener preparadas dos o tres frases, tales como “lo siento, ahora estoy muy ocupado” o “en este momento me es imposible”, etc.., y ante sus presiones, las repites una y otra vez diciéndolas de formas diferentes.
– El «impermeable de teflón». Imagínate que tienes un impermeable de teflón, y puede ser de la forma y color que prefieras, pero es bueno que te lo imagines, y así, póntelo cuando sepas que vas a coincidir con esa persona, y piensa que con tu impermeable de teflón todo lo que te diga te resbala, y que nada lo puede traspasar. Esta sencilla técnica es enormemente efectiva.
– La «goma de borrar». Imagina una enorme goma de borrar, de esas que llevábamos en el estuche del colegio, y llévala siempre contigo, y cuando te encuentres con alguna de estas personas, saca tu goma de borrar y bórralos, y hazlos desaparecer mentalmente.
También te sugiero otra serie de recomendaciones, sobre lo que, bajo ningún concepto, tendrías que hacer. Por ejemplo, nunca te enfrentes a esta persona cuando exprese sus opiniones, respétalas y no intentes que las cambie. Simplemente expresa las tuyas, que pueden ser diferentes pero sin llegar al enfrentamiento. Da por hecho que no tienes que intentar manejarle o persuadirle para que cambie de idea, porque eso suele ser imposible y para lo único que te va a servir es para dejarte agotado.
Por último, ten en cuenta que en nuestro estado de ánimo pueden influir otros, pero al final somos nosotros los únicos responsables de nuestras emociones. Así que ten en cuenta todas estas estrategias, y ponlas en práctica, si tienes a una persona tóxica cerca, pero no trates de responsabilizar a otros de tu estado de ánimo. Si aun así eres de esas personas, tan empáticas, que sufren lo que se sufre a su alrededor, o se empapa del humor que tengan los demás, trata de buscar entonces a “personas medicina” de las que rodearte y con las que compartir tu tiempo. Estas serían la antítesis de las tóxicas, y notarás que son medicina en cuanto estés con ellas, porque hay que ver lo bien que te sientan, pero para que puedas identificarlas mejor, has de saber que son aquellas que sonríen, que son positivas y optimistas, que buscan siempre el lado bueno de las cosas, y que viven en su momento presente.