Comunicado de prensa
23 de febrero de 2015

Aunque tradicionalmente se considera típico que la economía y los sectores que la integran estén en permanente movimiento y cambio, es llamativo que en los últimos años los cambios se hayan venido acelerando de forma exponencial debido a los avances tecnológicos y, más en concreto, en el sector jurídico.

En palabras de Fernando González, presidente de IURE Abogados, “hasta hace poco era impensable que entre cliente y abogado no se diera un encuentro frente a frente, y hoy vemos que la tendencia es otra, especialmente en asuntos de consumidores. Para el futuro tendremos, sin duda, abogados que atiendan desde su despacho virtual y que pueden no llegar a conocer jamás a su cliente”. Y añade: «Actualmente, en compañías grandes del sector de seguros y la cadena de supermercados Walmart, que tienen en común el poseer una base de datos con cientos de miles de clientes, ya se realiza la oferta de servicios legales en línea».

Por otro lado, aún no se puede afirmar qué ramas del derecho serán las más solicitadas en los próximos años, pero sí se debe tener en cuenta que los requerimientos de servicios legales siempre se mueven en la misma dirección que la economía. Y la economía, siguiendo los derroteros señalados por las TICs, muestra un naciente auge del consumo colaborativo, esto es, un mercado donde se comparten y se intercambian bienes y servicios a través de plataformas digitales. El asesoramiento legal, por tanto, ha empezado a prestar servicios a este nivel y se espera que lo haga mucho más en un futuro próximo.

Este escenario exige ciertas características profesionales. La principal es pasión por el trabajo jurídico, lo que otorga la predisposición para adaptarse y ejercerlo en distintos entornos. Según Fernando González, «el ámbito jurídico necesita incluir cada vez más la prevención y también tener agentes especializados en distintas áreas de acción”.

Es evidente que prevenir los conflictos antes que resolverlos en los tribunales, ahorra costes tanto en las arcas del Estado como a los particulares, pero incluso cuando sea inevitable llegar a un litigio, la resolución se puede alcanzar más fácilmente en los extramuros de la Administración de Justicia, gracias a la mediación y a los acuerdos extrajudiciales. De ahí que el coaching, la programación neurolingüística (PNL) y el manejo de la inteligencia emocional van ocupando espacios interesantes de cara a formar expertos mediadores.

Por otro lado, la especialización, se orienta tanto por materias como por la tipología de clientes y la vía de atención de los mismos. Esto significa que cada firma de abogados necesita hallar su nicho de mercado y el tipo de clientes que quiere.

Asimismo, la especialización requerida no es tanto el volumen de conocimientos, que además hoy en día está disponible en Internet para todos. Más bien la tendencia se inclina por la inteligencia y habilidad con que los actores judiciales encuentran soluciones eficaces y rápidas a los requerimientos legales de los clientes, es decir, por los que emplean con perspicacia las herramientas teóricas del Derecho.

En una visión mucho más futurista y audaz, el presidente de IURE Abogados vislumbra que, con la información legal siempre actualizada en sus respectivas bases de datos, los ordenadores serán capaces de aplicar las leyes con plena objetividad y sin que intervengan en los casos intereses personales propios de los seres humanos, anulando entonces la manipulación de la justicia y su retraso. De acuerdo a su percepción, la tecnología ya podría permitir dar este paso.

“La realidad, dominada por el progreso imparable de las tecnologías de la información, señala dos temas fundamentales para los abogados. La primera, que para seguir vigentes en el mercado en un futuro próximo, debemos sintonizarnos con las nuevas tendencias y virar junto con ellas. La segunda, que nuestra función, cada vez más importante, será evitar los conflictos antes que resolverlos”, concluye Fernando González.

Acerca de IURE Abogados

IURE Abogados nace en 1987 en Alcalá de Henares, y posteriormente, en 2004, abre despacho en Madrid, con una clara vocación de servicio al cliente empresa, continuando con la trayectoria de especialización en la adecuada gestión de crisis empresarial, tanto en fase preventiva como en situación de insolvencia.

A lo largo de estos años, los profesionales de IURE Abogados han adquirido la experiencia necesaria para brindar a sus clientes el asesoramiento más adecuado, según la situación particular de cada empresa y con el firme objetivo de prevenir a tiempo situaciones de insolvencia, buscando siempre las mayores garantías de continuidad de las diferentes unidades de negocio y procurando la protección de los administradores societarios de eventuales responsabilidades.

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