Compras seguras por Internet

Comunicado de Prensa
4 de enero de 2010

Algunas ideas para reflexionar antes de pagar on-line, para evitar caer en el fraude informático.

Internet está cada vez más presente en la vida diaria, tanto por el aumento de conexiones como por la variedad de servicios a los que podemos acceder a través de la red. Entre las múltiples gestiones que son posibles desde nuestro ordenador, podemos comprar cómodamente, con sólo introducir nuestros datos bancarios.

La confianza de los ciudadanos hacia esta modalidad de transacción todavía es muy pequeña en nuestro país, aunque se prevea un alto crecimiento en el futuro. El talón de Aquiles del comprador es siempre la inseguridad de una posible defensa legal ante el fraude. Es bueno recordar que el usuario está protegido por legislaciones específicas para la compra digital, además de las leyes que regulan la compra física, como menciona Mª Natividad Martínez González, abogada de Deley: “A la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, se le añaden la Ley de Ventas a Distancia y la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información de 2002. Todas ellas pueden amparar al comprador”.

Al igual que en la compra física, el cliente debe exigir transparencia. Según la ley todas las empresas deben estar identificadas por su CIF, domicilio social, datos de inscripción en el Registro Mercantil o el registro público correspondiente. Los datos de contacto deben ser transparentes y visibles. “El cliente no debe sentir diferencias entre comprar en una tienda y hacerlo por Internet; debe poder elegir el producto, y conocer todas sus características de antemano, también será informado de las formas de pago y tendrá acceso al precio, con el detalle del IVA incluido, a ser posible, así como los posibles gastos de envío”, incide Natividad Martínez.

Sobre esos modos de pago (por transferencia, tarjeta bancaria, contrareembolso, etc.) el vendedor debe asegurarse de no permitir que los datos del cliente salgan de la relación estricta con el banco, es decir contará con férreas medidas de seguridad y encriptamiento de información. Muchas de las tiendas electrónicas tienen símbolos visibles para garantizar al cliente su seguridad y están bajo dominios marcados como seguro, iniciados por https://.

Una vez realizado el pedido, el consumidor tiene derecho a conocer los plazos y la forma de entrega y es normal que las empresas aumenten la confianza fijando una fecha y una hora aproximada para la recepción.

En el caso de que el producto sea insatisfactorio o defectuoso, el comprador puede devolverlo en condiciones similares a una compra física y según comenta la abogada de Deley “el plazo para devolver un producto es de un mínimo de siete días desde la entrega de producto, según la Ley de Ordenación del comercio minorista, pero el comprador debe saber de antemano quién correrá con los gastos del transporte”.

Es aconsejable meditar sobre ofertas excesivamente económicas y cuyos medios de pago sean dudosos; por ejemplo, a través del envío de remesas de dinero a destinatarios particulares y que impliquen en sí mismas la violación de alguna ley, aunque sea menor y en otro país. Si surgiese algún conflicto, el consumidor puede recurrir al arbitraje o la denuncia. Ante estas situaciones Natividad Martínez recomienda “un asesoramiento jurídico adecuado, para conocer en profundidad los derechos que nos asisten como compradores, incluso en el mercado virtual”.

DELEY, bufete de abogados que ofrece asistencia jurídica especializada y de máxima calidad, avalada por los más de 10 años de experiencia de su equipo. Un equipo humano que busca el trato personalizado con el cliente y que trabaja con absoluta rigurosidad y eficacia. Cuenta con una amplia experiencia en tramitar y gestionar recursos, reclamaciones, extranjería, procedimientos judiciales y transacciones amistosas.

Para más información:

Recursos de Mercado – Gabinete de Prensa de DELEY
Tf: 91 547 08 04 E-mail:

 

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