EL 30% DE LOS ALUMNOS CON TDA-H SUFRE DE FRACASO ESCOLAR

Comunicado de prensa
24 de Octubre de 2008

El Trastorno de Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad (TDA-H), mejora con la aplicación de Acupuntura

Afecta a las relaciones interpersonales en el trabajo, en casa, en el colegio,… en todas las áreas de vida del individuo. Por eso y por su frecuencia, se considera un problema de salud pública de primer orden. La incidencia del TDA-H en la infancia es importante: lo padecen un 5% de los niños; un 30% de ellos tiene problemas de aprendizaje en matemáticas, lectura y escritura; un 50% repite curso al menos una vez; y el 35% no llega a completar sus estudios secundarios.

El TDA-H o Trastorno de Déficit de Atención, con o sin Hiperactividad, se caracteriza por la incapacidad para prestar atención y mantenerla, y por la dificultad en adaptar el nivel de actividad y moderar las acciones impulsivas.

Normalmente se diagnostica por primera vez en la infancia y suele persistir en la edad adulta –un 60% de los que lo padecían de pequeños, continúan con los síntomas-. Por ello, se hace necesaria una identificación y un tratamiento precoz ya que, según indica el Dr. Beltrán Carrillo, médico especialista en Geriatría y Acupuntura que lleva ejerciendo como tal durante los últimos 15 años, “el TDA-H puede tener serias consecuencias que incluyen fracaso y abandono escolar, depresión, alteraciones de la conducta y en las relaciones, dificultades laborales y abuso de drogas. Cuando son adecuadamente tratados, las personas con este trastorno pueden tener vidas productivas y satisfactorias”.

Dentro de este trastorno, existen tres subtipos de personas afectadas: el inatento, que afecta al 15% de los diagnosticados; el hiperactivo-impulsivo, el menos frecuente (un 5%); y el combinado, el más habitual, donde se incluye el 80% de los afectados. Pero es que, además, los individuos con TDA-H pueden presentar otras patologías asociadas. Las más frecuentes son:

  • Trastornos de conducta disruptiva
      • Trastorno negativista desafiante
      • Trastorno de conducta
  • Alteraciones del ánimo
      • Depresión
      • Trastorno bipolar
      • Ansiedad
  • Tics
      • Tic simple
      • Síndrome de Tourette
  • Dificultades de aprendizaje
      • Dislexia
      • Dificultades de lectura
      • Dificultades de cálculo
  • Drogodependencias

Las causas exactas de este trastorno siguen siendo difíciles de encontrar aunque, según explica el Dr. Carrillo, “se ha demostrado que existe una fuerte evidencia sobre sus bases neurobiológicas. Al menos, tres regiones cerebrales separadas entre sí, pero con importantes interconexiones, se han asociado al TDA-H”.

Para su diagnóstico, son cruciales los datos obtenidos directamente del niño, de sus padres y de sus profesores, aunque tiene dos síntomas básicos: hiperactividad / impulsividad y falta de atención. La prevalencia de uno u otro de dichos síntomas se identifica a través de una serie de conductas específicas que se detallan en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Enfermos Mentales (DSM-IV-R). Estos síntomas, además, tienen que persistir más de seis meses, en dos o más lugares (por ejemplo, en casa y en el colegio).

El tratamiento: la idoneidad de la Acupuntura

El tratamiento multimodal es la forma más eficaz de combatir el TDA-H en niños y adolescentes porque las distintas intervenciones se refuerzan entre ellas. Se trata de mejorar o anular los síntomas-guía de este trastorno, de reducir o eliminar los síntomas asociados, y de mejorar las consecuencias del TDA-H (aprendizaje, lenguaje, escritura, relación social, actitud en el entorno familiar, etc.).

Las tres bases imprescindibles del tratamiento son, según enumera el Dr. Beltrán Carrillo, “la información exhaustiva a padres y profesores, el tratamiento psicopedagógico y el neurobiológico, donde se incluyen fármacos y Acupuntura”. Este último es imprescindible en siete de cada diez niños.

Sin embargo, existe hasta un 30% de niños que no responden o no toleran la terapia psicoestimulante, que es la que se emplea en el tratamiento farmacológico. Debido a ello, muchos individuos con esta patología y sus familiares buscan otras terapias, como la Acupuntura. En este caso, explica el Dr. Carrillo, “la Acupuntura puede ser una herramienta útil en el intento de calmar los síntomas perturbadores del TDA-H y también puede ayudar a controlar algunos de los efectos secundarios indeseables de la medicación”.

Está muy documentada la acción de la Acupuntura sobre el sistema nervioso y también tiene un beneficioso efecto modulador del sistema inmunológico. En este sentido, el Dr. Beltrán Carrillo pone como ejemplo el estudio del Dr. Li Hong. En 2005 y sobre 592 niños, se observó una mejoría de hasta un 84% de los casos, observándose también una correlación significativa entre los efectos curativos y la edad: se consiguieron mejores resultados cuanto menor era el niño.

La Acupuntura “es un tratamiento extremadamente seguro y eficaz para los niños con TDA-H y otras enfermedades. Aquéllos que ya acuden a consulta con un tratamiento farmacológico –indica el Dr. Carrillo-, inicialmente no se modifica la dosis de éste hasta que se observa mejoría en los síntomas gracias a la Acupuntura, realizándose entonces una retirada gradual en coordinación con el pediatra. La mejoría de los síntomas se comienza a observar ya en las primeras sesiones y continúa de una forma progresiva”.

Acerca del Dr. Beltrán Carrillo

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, el Dr. Carrillo se especializó en Geriatría aunque, por tradición familiar, terminó decantándose por el ejercicio de la acupuntura, en la que es Magíster por la misma Universidad. Tras trabajar como geriatra en el Hospital Central de la Cruz Roja, en Madrid, abrió consulta privada de Acupuntura y Geriatría en 1993.

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