ESCUPIR DONDE HAS COMIDO[1]

Artículo de opinión
Gonzalo Martínez de Miguel, director general de INFOVA

Cuando Etoo, el jugador del Fútbol Club Barcelona, se quiso disculpar por sus insultos al Real Madrid pronunciados en la celebración del título de liga, dijo literalmente “He escupido en el plato que he comido”.

Me llamó la atención la claridad de lo que significaban sus comentarios al micrófono del Camp Nou. Muchos profesionales escupen en el plato donde han comido y otros muchos incluso en el que están comiendo, pero no todo el mundo se da cuenta de lo que significa, ni de lo que dice de la persona que mantiene ese comportamiento.

El fútbol, como la empresa, no deja de ser un lugar donde se desarrollan las personas, por eso lo que vemos en el mundo del deporte profesional y amateur nos sirve para explicar muchos comportamientos humanos que también observamos en las empresas.

Un par de semanas antes del final de la liga había coincidido en una cena con unos amigos, y ex compañeros de trabajo, que hablaban pestes de una empresa en la que todos los que estábamos habíamos trabajado en algún momento de nuestra vida profesional.

No se conformaban con criticarla, cosa que hacían a fondo, deseaban claramente su mal. Es más, en sus propias palabras, deseaban que quebrase y que desapareciera como empresa. Estos amigos y ex compañeros, además de excelentes profesionales, albergan en su contra: un nivel de queja, de resentimiento y de odio que no puede dejar de sorprenderme. Me sorprende tanto su actitud, como a ellos les sorprende que yo aún reconozca y aprecie a quién primero me contrató para trabajar en esa empresa y luego favoreció mi salida.

¿Cómo se puede resentir tanto a la empresa que te dio la oportunidad de trabajar, de desarrollarte como profesional y como ser humano, de ganar dinero en la medida que se pactó en su momento y, sobre todo, que tienes la oportunidad de abandonar si las condiciones, del tipo que sean, dejan de convenirte?.

Por supuesto todo este resentimiento esta cubierto de razones, de datos y de ejemplos que demuestran cuan equivocada y odiosa es una determinada institución y la persona que la dirige. Obviamente en ese argumentario de razones para el desprecio no se incluyen ninguna de las que apuntarían en la dirección contraria y que demostrarían que esa empresa tiene algo de valor, dignidad y de acierto.

Mi experiencia me dice que la mayoría de esas razones por las cuales los profesionales se resienten de las empresas que les contratan están justificadas desde su punto de vista. Es cierto que las empresas se equivocan, que toman decisiones injustas y que quienes las dirigen son personas con miedos, con limitaciones y sobre todo con una visión de su negocio muy particular que no tienes por que compartir.

Pero a pesar de que las razones para el resentimiento sean reales, por un lado me parece ingrato e injusto escupir donde has comido y por otro lado me parece torpe, en la medida en que lo que haces es manifestar la incapacidad de quien escupe de reconocer su propia responsabilidad sobre su vida profesional.

El principal responsable de la vida profesional de uno es uno mismo. Las empresas nos ofrecen espacios donde trabajar y desarrollarnos, y el “juego” es muy sencillo, si me gustan las condiciones decido jugar contigo y si no me gustan me voy a otro lugar.

Para ser muy claro: Si no te gusta el lugar donde estás trabajando, vete. Así de sencillo, vete como se fueron tantas otras personas. De hecho detrás de tanto resentimiento está, en mi opinión, la frustración de no haberse ido antes. El problema de muchos profesionales es que tardan demasiado en tomar la decisión de dejar la empresa en la que están a disgusto. Si no te sientes valorado, si no te sientes querido y descubres que el lugar donde trabajas no es, ni va a ser, como tú deseabas o habías imaginado, cámbiate.

Si crees que eres capaz de crear una empresa más justa, más eficaz, más inteligente y capaz de construir el lugar de trabajo que tú quieres para ti, créala.

Y si no te vas a marchar, porque no estás dispuesto a correr el riesgo de irte por la razón que sea, por edad, porque el mercado está muy duro, porque tienes compromisos económicos ineludibles, porque perderías dinero o privilegios, por comodidad, porque siempre soñaste con trabajar en ese sector, por lo que sea, si no te vas a marchar, empieza a valorar lo que tienes y empieza a hacer del lugar en el que trabajas el lugar más hermoso y más digno que puedas hacer.

Un buen amigo me dijo un día, “si quieres lo que tienes, tienes lo que quieres. Si amas lo que tienes, tienes lo que amas”. En lugar de echar porquería sobre tu trabajo puedes empezar a echar sobre él cosas hermosas y tendrás un lugar hermoso donde trabajar.

El resentimiento, como el aprecio se pueden elegir.

Muchas personas ocultan su cobardía para abandonar el lugar en el que trabajan detrás de un torrente de críticas y descalificaciones hacía su empresa que, desde mi punto de vista, sólo gritan con fuerza su incapacidad. Son un grito evidente que dice “no me atrevo a correr el riesgo de cambiar mi vida”.

Ahora en lugar de utilizar el término “despedir”, usamos el término “desvincular” que quiere decir lo mismo pero parece que suena mejor.

Así que, si ya te has cambiado de empresa, si te has desvinculado, o te han desvinculado de quien te contrató en su momento, sé inteligente y mantén una buena relación interna y externa con la empresa en la que trabajaste.

Si has fichado por otra empresa, como ha hecho Etoo, si abandonaste ese lugar que un día dejó de compensarte, no hace falta que escupas sobre él. Si lo analizas egoístamente verás que los beneficios de escupir donde has comido son muy pocos y los precios son altos.

Piensa en esto:

  • A los empleadores les gusta contratar a personas que han sabido apreciar las empresas en la que han trabajado.
  • La imagen que trasmiten quienes hablan bien de sus ex empresas es mucho más equilibrada y ecuánime.
  • En muchas ocasiones la que fue tu empresa en un momento dado se convierte en tu cliente, en tu prescriptor o en tu proveedor.
  • El resentimiento es veneno en la sangre que te contamina.
  • Las personas que critican mordazmente a sus ex empresas transmiten una imagen de conflictivos, resentidos y poco ecuánimes.

Y lo normal es que tú, a diferencia de Etoo, no tengas que ganarte a una afición, ni encuentres un estadio de fútbol lleno aplaudiendo tus críticas y sintiéndose por ellas más cerca de ti.

Gonzalo Martínez de Miguel

Director General del Instituto de Formación Avanzada de Madrid. Con 11 años de experiencia como consultor ha dirigido el desarrollo directivo de empresas multinacionales como Chrysler-Jeep Iberia o Phillips, entre otras empresas nacionales y multinacionales. Licenciado en Derecho, MBA por la Universidad de Houston. Es profesor de Gestión y Organización de empresas en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid.

INFOVA, Instituto de Formación Avanzada, es una empresa especializada en la formación de profesionales, que aplica su metodología en tres áreas distintas, pero a su vez complementarias: Formación en Sala, Formación a través de la Experiencia (Outdoor Training) y Formación On-Line (E-learning). Su objetivo es ahondar en las causas que inspiran los comportamientos y así poder realizar cambios reales, proporcionando de esta forma herramientas capaces de fomentar y potenciar el desarrollo profesional de directivos, redes de ventas y equipos de trabajo.

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  1. Escrito por Gonzalo Martínez de Miguel. Director del Instituto de Formación Avanzada (INFOVA).

 

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