¿Están preparados nuestros centros sanitarios para acoger al Turismo de Salud?

Artículo de opinión
27 de noviembre de 2013

La recién entrada en vigor de la Directiva Europea de Asistencia Sanitaria Transfronteriza, para limitar que los pacientes viajen en busca de atención gratuita en los hospitales públicos de otros países, supone una oportunidad para que los centros sanitarios privados puedan internacionalizarse ofreciendo sus servicios. Según datos de Turespaña, gracias al turismo de Salud, España recibió más de 20.000 usuarios internacionales, que reportaron 12 millones de euros en 2012. Sin embargo, el nuevo Estudio sobre el Turismo de Salud en España, publicado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo en octubre de este año, indica que nuestro país es todavía un estado emergente dentro de este sector. Los países líderes, como México, Turquía, Singapur, India o Tailandia, superan los 100.000 usuarios.

Con el objetivo de atraer a España al turista de Salud, la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, anunció hace poco la inyección de dinero público para fomentar este nicho de mercado. A las terapias en balnearios, tratamientos estéticos o procesos de reproducción asistida, que son un éxito desde hace años en nuestros centros, se pretende añadir ahora una oferta médica más amplia, como pueden ser tratamientos de oncología u operaciones del corazón. El prestigio de la sanidad española y el clima son los mejores “ganchos” para este impulso. Pero ¿de qué nos sirven si los hospitales no saben promocionar estos puntos fuertes?

La elevación de nuestra oferta de turismo de Salud es fundamental para atraer a pacientes hasta nuestro país. Asimismo, se deben desarrollar procesos a medida para la atención de las personas una vez que lleguen a los centros. Por otro lado, tenemos que aportar herramientas, estructuras organizativas y recursos para ayudar al profesional sanitario a comprender el nuevo tipo de paciente que tiene que tratar. Los trabajadores deben recibir formación para adaptarse a la cultura del mismo, ya que al venir de países diferentes sus demandas y expectativas también lo son.

Una de las soluciones es el desarrollo de un departamento internacional en los lugares de trabajo, que permita una mayor garantía en cuanto a atención personalizada, traducciones, logística, hostelería, ocio, información sanitaria y no sanitaria, gestiones con su país de origen, etc. El paciente de turismo de Salud tiene unas expectativas muy altas y necesita tener confianza en que cualquier incidencia se resuelva y, para ello, es importante desarrollar estructuras ad-hoc.

Atendiendo a estas necesidades del mercado, nuestra compañía junto con tres entidades especializadas en este sector, hemos puesto en marcha un proyecto para asesorar a los centros y hospitales privados y a las empresas de salud españolas en todo el circuito de asistencia: promoción, captación, información, acogida, intervención o tratamiento, logística, etc., para que puedan competir con ventaja en este turismo sanitario internacional. Y que además quedan reconocidos mediante la acreditación de Excelencia SEP Internacional.

Las cifras hacen necesaria la cooperación entre empresas. Sólo en Europa, nueve millones de europeos se desplazan cada año de un país a otro con el objetivo de mejorar su salud o su aspecto físico. Esto genera cifras cercanas a los 2.400 millones de euros; el 40% del volumen mundial. Y la cosa va a más. Para 2020 el sector prevé un crecimiento del 90%. Según datos de la OCDE, el turismo de Salud supuso alrededor de 75.000 millones de euros en todo el mundo durante 2009.

A nivel general, España fue el destino favorito de los turistas en Europa durante el primer semestre de 2013, con 34 millones de visitantes, según la Organización Mundial del Turismo. Parece lógico pensar que, disponiendo de un sistema sanitario de alta calidad, con profesionales muy bien formados y con una oferta de sanidad privada muy diversa y, además, siendo uno de los países líderes en turismo, España se pueda convertir en el número uno de turismo de Salud en los próximos años. Tanto los agentes privados como las propias Administraciones Públicas creen que existe un gran nicho de mercado. Y la prueba está en que gobiernos de distinto color político (desde la Junta de Andalucía hasta el Gobierno central) están promocionando el turismo de Salud, a través de varios programas tras la larga lacra que ha supuesto que pacientes de otros países comunitarios vinieran a aprovecharse de la gratuidad de los servicios públicos y que, por fin, parece tener un límite con la nueva norma europea.

Julio González Bedia
Director General de Áliad, Conocimiento y Servicio

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