Mayor tiempo de convivencia, más posibilidades de conflicto, estas son las estrategias para disfrutar del verano en familia

ARTÍCULO Dra. Marisa Navarro
www.marisa navarro.com
Doctora en Medicina, psicoterapeuta y autora del libro “El efecto tarta”.

Muchas personas sienten que durante las vacaciones se estresan más y se encuentran más alterados que cuando tienen que ir a trabajar, debido al aumento de tiempo que pasan con la familia, escuchando permanentemente sus necesidades y peticiones. Esto unido a que a más convivencia más posibilidades de conflicto, puede hacer que estén deseando que se acaben, para retomar su rutina y volver a llevar a sus niños al colegio y así tener un poco de paz.

Pero solo tenemos un periodo limitado de vacaciones al año, y es una pena que sea tu propia familia la que pueda amargarte ese descanso, que todos nos hemos ganado con nuestro esfuerzo. Si este es tu caso, para evitarlo hay una clave principal y esa es saber gestionar correctamente el tiempo, pensando en que tiene que haber espacio y momentos para compartir, pero también para uno mismo. Y es que aunque estés en familia, no puedes olvidar reservar momentos para estar solo, relajarte y hacer aquellas cosas que te gusta hacer.

De igual manera, hay que procurar que todos los miembros de la familia tengan actividades que les guste para realizar, para que no nos convirtamos en esclavos de nuestros hijos, debiendo estar permanentemente pendiente de ellos, ni se pase por completo, teniéndolos todas las vacaciones realizando actividades que no les gustan, con la consiguiente frustración o mal humor que conllevan.

Para poder disfrutar plenamente de estos días, también hay otra serie de consideraciones que se deben tener en cuenta como:

– Tener unas expectativas reales: las vacaciones pueden convertirse en lo contrario a lo imaginado. Es importante hacer planes, pero estos han de ser realistas, no trates de abarcar más de lo que puedas, ni tampoco gastar más de lo que te puedes permitir. Por ejemplo, ni se pueden conocer todos los rincones de una cuidad en pocos días, ni se puede aprender a realizar, con destreza, una actividad en un par de semanas, ni conviene planear los gastos con un presupuesto que no se tiene, pero tampoco calcularlo al detalle, porque esto te puede provocar mucha ansiedad y las vacaciones son para relajarse.

– No compartas las vacaciones con quién no quieres: nos lanzamos en muchas ocasiones a programar vacaciones con familiares y amigos que pueden llegar a ser una verdadera tortura. Si no tienes más remedio que compartir unos días con estas personas, trata de quitarle importancia e intentar evitar el conflicto, piensa que, como hemos acordado, también tendrás un tiempo reservado para ti.

– Se flexible: estar de vacaciones, supone intentar ser más flexible en todos los sentidos. Del mismo modo que vestimos de una manera mucho más informal, también deberíamos no obsesionarnos con querer que esté todo ordenado, limpio, bajo control, con unos horarios establecidos… como podemos tenerlo durante el resto del año.

– Vive el momento presente y se positiva: disfruta del calor, del mar o la piscina, de los días más largos, de la siesta, de acostarte más tarde, sin pensar en que estos días son limitados. No le des importancia a aquello que no lo tiene y busca siempre el humor en cualquier percance que pueda surgir.

  • Da ejemplo: por último, una recomendación muy importante, es que si quieres que haya una buena convivencia durante estos días, no esperes que haya alegría y buen humor, si tú no lo tienes primero.

Y recuerda y súper importante, ese tiempo para ti.

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