¿Qué pesa más para ascender en la empresa?
Art. Gonzalo Martínez de Miguel
Experto en formación directiva_Director de INFOVA
¿Quién prospera en la empresa, el que tiene talento o el que tiene suerte? ¿es mejor tener suerte que talento, o para tener suerte se exige también talento? Este es un gran tema para un debate, que puede aplicarse a las carreras profesionales de las personas.
Está claro que al igual que existen los accidentes, también existen los golpes de buena suerte, y es cierto también que en determinadas ocasiones se puede pensar que nos merecíamos más de lo que nos ha tocado. Pero a mi juicio creer que nuestra vida profesional y los resultados que obtengamos en ella, dependen en gran medida de lo bien o lo mal que nos trate el azar, va en contra de los principios básicos de gestión en los que creo.
Napoleón Bonaparte pedía generales con suerte. El presidente norteamericano Thomas Jefferson decía aquello de «cuanto más duro trabajo más suerte tengo». Es cierto que podemos tener golpes de mala suerte en algunos momentos, igual que podemos tenerlos de buena, pero el éxito es mucho más el resultado del esfuerzo, del deseo profundo que llamamos ambición y el talento.
En mi opinión la suerte es casi una constante que tiende a desaparecer bajo el empuje de la voluntad y el talento, de quien decide dirigir su vida. Por otro lado, cuando afirmamos que alguien tiene suerte, nos referimos a que la ha tenido en algún momento puntual de su vida. Pero nunca se revisa el conjunto de todas sus vivencias o de lo que le ocurre a lo largo del tiempo en su ámbito personal y profesional.
El debate entre el talento y la suerte va más allá de las razones, es también una cuestión de qué es más efectivo pensar para las personas. Creer que mi futuro profesional depende de la suerte o creer que depende de mi talento y mi capacidad.
Bajo mi punto de vista, excusarse en la mala suerte es una forma muy humana pero inmadura de eludir la responsabilidad. De esta manera, pensar que lo que nos pasa o que llegar a un determinado puesto, depende del azar, nos hace irresponsables y nos anima a esperar. Por otro lado, creer que nuestro futuro depende de nosotros, nos empuja a tomar las riendas de nuestra vida, a ser partícipes de nuestro destino y tener la decisión firme de querer dar los primeros pasos en esa decisión.
Sabemos que merece la pena cuidar nuestros pensamientos, nuestra manera de describir la realidad. Hay creencias que mantenemos, verdades íntimas sobre las cosas, opiniones a las que les damos categoría de verdad absoluta, afectan a nuestra forma de actuar. Hay pensamientos que son más efectivos para conseguir un propósito, igual que hay formas de pensar que no ayudan en absoluto.
Lamentablemente todavía hoy existen empresas donde la arbitrariedad forma parte de la cultura, para ser ascendido o reconocido. Por ello es muy difícil para las personas encontrar razones que les animen a esforzarse, para dar lo mejor de si mismos y hacer lo mejor que son capaces de hacer. Parece que se nos olvida que cada vez que reconocemos a alguien en la empresa, o en la sociedad, se está mandando un mensaje al conjunto de la organización, que trata de entender los motivos y saca sus conclusiones, de esa decisión.
Si hablamos de justicia, lo más justo sería que las organizaciones fueran una meritocracia, donde a los profesionales se les reconociera en función de sus aportaciones a la empresa. Lo ideal sería que hubiese una correspondencia entre lo que aportamos y lo que recibimos a cambio, sea cual sea el ámbito de la vida en que nos desempeñemos.
Por último, ser conscientes de que también existe ese factor al que se puede llamar “X”, que no se puede controlar, ni preveer dónde la buena o la mala suerte puede ocurrir, nos debe animar a confiar en nuestro talento, en nuestra capacidad de solucionar los problemas, de saber gestionar y por qué no, a hacer nuestra vida más interesante. Hay que tener en cuenta que para que nos encontremos en esa situación, en la que el desenlace dependa de la suerte, se debe haber recorrido un largo camino con anterioridad.