“Voy hablar con mi abogado”

Comunicado de Prensa
16 de abril de 2010

Las situaciones o cuestiones legales afectan a multitud de facetas en la vida. Se contempla como necesaria la asesoría de un abogado para el traspaso de bienes, un divorcio o la firma de un contrato, pero cuesta imaginar la necesidad de un letrado en reclamaciones de tráfico, denuncias ante administraciones públicas o simplemente la revisión de la letra pequeña en una póliza de seguro. En muchos de estos casos se considera que la fuerza de la razón, por sí sola, ayudará a ganar un recurso.

Sin embargo, puede resultar oneroso descartar la ayuda jurídica simplemente por que ocasiona un gasto, más aún, ante la actual situación de crisis. No conocer algunos mecanismos administrativos o no estar al tanto de los cambios en las normas y leyes que amparan al ciudadano, puede dar lugar a una desfavorable resolución de un caso, e incluso, volverse en contra. “En estas situaciones, contar con el asesoramiento, en tiempo y forma adecuada, puede aumentar nuestras posibilidades de éxito”, comenta Ángeles Rodríguez Olmo, directora del bufete DELEY. Y añade: “Nuestro marco jurídico contempla la defensa ante situaciones que nos pueden ocurrir en nuestra vida cotidiana, que van desde impugnar un acuerdo de una Junta de la comunidad de vecinos, hasta hacer valer nuestros derechos ante la Administración. Además, la experiencia de un abogado puede ayudarnos a resolver más rápidamente los casos, pues en su gran mayoría se puede llegar a un acuerdo sin necesidad de un juicio”.

Por otra parte, es muy importante la forma de actuar ante un letrado. Se debe exigir al abogado la mayor claridad posible en la descripción del caso, así como un diálogo sincero sobre las perspectivas de éxito y las soluciones posibles. Además, el experto legal debe informar al cliente sobre los argumentos que tenga preparados en la defensa o reclamación. “A nuestro abogado debemos solicitarle que nos facilite la información en nuestro propio lenguaje; asimismo, debe mantener una total confidencialidad y guiarse por el mayor grado de ética posible” Indica Rodríguez Olmo.

Para evitar cualquier imprevisto, es muy recomendable conocer desde la primera consulta los honorarios que pueden aplicar. El colegio de abogados tiene unos criterios mínimos que pueden servir de guía sobre los baremos de las minutas. También se debe acordar cualquier otra tarificación especial en acuerdos específicos, para que los servicios jurídicos se ajusten a las previsiones del cliente.

Además, hay que tener en cuenta la importancia de los acuerdos extrajudiciales, debido al ahorro de tiempo y costes. Como recalca Rodríguez Olmo “Lo primero que debe hacer un abogado es intentar un acercamiento con la otra parte antes de ir a los tribunales, el mejor juicio es el que no se celebra”.

Uno de los elementos claves en el mundo jurídico es la abogacía preventiva. “La revisión de un contrato de alquiler antes de su firma, la consulta ante un problema del trabajo, o como actuar ante un percance en la calle, son algunas, entre muchos casos, que es mejor consultar antes de actuar para conseguir resolver el caso de forma eficaz.” Indica la directora de DELEY y concluye: “Hace años la expresión voy hablar con mi abogado parecía que estaba reservado solo a unos cuantos individuos; actualmente los servicios profesionales de este tipo están al alcance de todos los ciudadanos”.

DELEY es un bufete de abogados que ofrece asistencia jurídica especializada y de máxima calidad, avalada por los más de 10 años de experiencia de su equipo. Un equipo humano que busca el trato personalizado con el cliente y que trabaja con absoluta rigurosidad y eficacia. Cuenta con una amplia experiencia en tramitar y gestionar recursos, reclamaciones, extranjería, procedimientos judiciales y transacciones amistosas.

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